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Préstamos con aval: ¿qué tipos existen?

Existen miles de motivos por los que necesitamos pedir un préstamo alguna vez. Si es tu caso y estás pensando en pedir dinero al banco para llevar a cabo cualquier proyecto, debes saber que existen varios tipos, entre ellos el préstamo con aval. En este artículo te aclaramos las dudas sobre este tipo de préstamos, los tipos que hay y todo lo que necesitas saber sobre la figura del aval.

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Qué son los préstamos con aval

Los préstamos que tienen como garantía un aval son productos financieros que los bancos ponen al servicio de sus clientes. Les prestan dinero a cambio de que se lo devuelvan con intereses.

El aval es una garantía de pago. Por lo general,  se trata de una persona o un bien que es quien responde en el caso de que el titular del préstamo incumpla sus obligaciones de pago. Este tipo de préstamos conllevan un riesgo, si el préstamo no se devuelve, el banco puede acudir al aval para reclamar y hacer efectivo el pago.

Los avales son, típicamente, bienes de un alto valor. Por eso, a cambio de un aval más valioso, el banco otorga mayores cantidades de dinero. Los préstamos con aval tienen varias características:

  • Los bancos ofrecen más dinero.
  • Permite que personas con un historial de crédito negativo accedan a productos financieros de este tipo.
  • Los tipos de interés son más bajos que los de otros productos alternativos.

Qué tipos de préstamos con aval existen

Los diferentes tipos de préstamos con aval se diferencian con base en el aval:

  1. Préstamos con aval personal: en este caso, el avalista es una persona. Será quien responderá ante la deuda en caso de que no se pague. Un aval tiene las mismas obligaciones que el titular del préstamo. Para un avalista es un gran riesgo, pues puede llegar a ser embargado y terminar en una lista de morosos.
  2. Préstamos con garantía: en este caso, quien solicita el préstamo con aval ofrece como garantía un objeto o bien con un valor similar o superior al de la deuda. Este tipo de bienes suelen ser un coche o vivienda.
  3. Aval bancario: este préstamo con aval tiene como garantía el respaldo de un banco. Es decir, un banco se compromete a responder en el caso de impago ante un tercero. Este tipo de préstamo con aval pone en riesgo al banco, por eso, las comisiones serán mayores y dependerán del plazo, tipo y riesgo. Por otro lado, los bancos sólo suelen avalar a sus propios clientes.

Cuáles son los requisitos para ser aval

Para ser avalista de un préstamo con aval, es necesario cumplir unos requisitos. El objetivo es garantizar a la entidad que presta el dinero que el prestatario cuenta con su respaldo para hacer frente a la deuda:

  • Ser mayor de edad.
  • Tener una fuente de ingresos estable (nómina o pensión). Esto garantiza al banco una mensualidad de la que obtener los pagos mensuales de la deuda.
  • El avalista debe poseer también un conjunto de bienes patrimoniales pagados al completo.
  • No poseer otra deuda pendiente de pago.

Quién paga el préstamo en caso de impago

Una de las principales preguntas que se hacen las personas que quieren obtener un préstamo con aval es qué pasaría si no se hace frente al pago de la deuda. 

Si el prestatario no cumple con el pago del préstamo, el banco analiza primero la situación del solicitante del préstamo para averiguar por qué no continúa pagando los plazos acordados. En caso de entender que efectivamente no puede hacer frente a la deuda, el banco analizará la situación del aval.

En el caso de que el avalista disponga los ingresos suficientes para hacerse cargo de las cuotas, las pagará como antes hacía el prestatario.

Cuáles son las obligaciones del avalista

Si alguien te ha solicitado ser el aval para solicitar un préstamo, debes tener en cuenta cuáles serían tus responsabilidades y si afectan a tu capacidad crediticia:

  • Si la persona a la que avalas no paga, lo haces tú.
  • Tendrás las mismas obligaciones de pago que la persona que ha pedido el préstamo.
  • Estarás en la CIRBE, la base de datos que registra las operaciones crediticias. Esto puede reducir tu capacidad de obtener crédito.
  • Si no puedes pagar, podrías ser embargado y pasarás a formar parte de los listados de morosos como el ASNEF.
  • Si pagas parte de la deuda, puedes reclamarle después al titular del préstamo.
  • El aval se hereda, tus herederos tendrán que hacerse cargo en caso de que fallezcas. Este es un dato importante a la hora de tomar la decisión de convertirte en aval.

Ahora que conoces las características de los préstamos con aval y de las consecuencias de ser avalista, puedes tomar una mejor decisión a la hora de solicitar un préstamo. De todas formas, nuestra recomendación es que acudas a un experto que te asesore y te ayude a proyectar un plan financiero adaptado a tu situación económica.

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