Si estás interesado en el sector empresarial o estás valorando la opción de emprender y crear tu propia empresa, hay términos que debes conocer sí o sí. Entre ellos está el de domicilio social, algo de lo que oímos hablar con frecuencia pero que no siempre sabemos lo que es.
Hay términos que son fáciles de confundir, por eso, para entender mejor este que estamos analizando, vamos a ver cuál es la diferencia entre domicilio social y fiscal.
El domicilio social es algo exclusivo de las empresas. Una persona física, aunque sea un autónomo, nunca va a tener un domicilio social.
Es el lugar desde el que se dirige y administra la empresa, pero no tiene que ser necesariamente un establecimiento comercial.
Piensa en cualquier gran cadena de supermercados. Pueden tener establecimientos en muchos municipios, pero existe una sede central desde la que se lleva a cabo la dirección. Es justo esa sede central lo que conocemos como domicilio social.
La ubicación del domicilio social de una empresa tiene implicaciones a la hora de determinar el Registro Mercantil que le corresponde, los juzgados que son competentes para conocer de posibles conflictos relacionados con ella, la Delegación Tributaria a la que debe rendir cuentas y la normativa local o autonómica que le resulta de aplicación.
Concepto de domicilio fiscal
Como señalamos antes, es muy común confundir los términos de domicilio social y fiscal, así que para entender mejor el primero vamos a aclarar también el segundo.
Es domicilio fiscal aquel lugar en el que el obligado tributario (el obligado al pago de impuestos) puede ser localizado por la Agencia Tributaria.
En este caso todos tenemos un domicilio de este tipo. Si somos particulares sin ningún tipo de negocio nuestro domicilio fiscal es nuestra casa. Mientras que para los autónomos puede ser su propia casa o incluso el local comercial en el que desarrollen su actividad.
Tratándose de una empresa, el domicilio fiscal coincide con el lugar en el que se lleva a cabo la dirección y administración de la misma. Esto implica que, generalmente, domicilio fiscal y domicilio social suelen coincidir en un único lugar.
Mientras que el domicilio social es público, el fiscal no tiene por qué serlo, basta con que lo conozca Hacienda. Es más, podría ocurrir que una empresa conservará su domicilio social en un lugar y trasladará su domicilio fiscal a otro, o viceversa.
En cualquier caso, es fundamental que tanto Hacienda como la Seguridad Social estén al tanto de las direcciones en las que está el domicilio social y el domicilio fiscal de cualquier empresa, así como de los posibles cambios que haya en los mismos.
Mientras que para el cambio de domicilio fiscal basta con rellenar el Modelo 036 en Hacienda y usar la plataforma digital de la Seguridad Social, cambiar el domicilio social es algo más complejo, e implica modificar las escrituras de constitución de la empresa.
Determinar el domicilio fiscal y el social es uno de los pasos básicos para crear una empresa. No es un tema complejo, pero es algo sobre lo que es mejor dejarse asesorar para tomar la decisión más adecuada.
