En el mundo actual, la idea tradicional de la jubilación ha evolucionado. Muchas personas ya no ven la jubilación como el final de su vida laboral, sino como una oportunidad para explorar nuevas opciones y mantenerse activos en el ámbito profesional. ¿Es realmente posible trabajar después de la jubilación? ¿Cuáles son las ventajas y desafíos que implica esta elección? En este artículo, trataremos el concepto de trabajar después de la jubilación y cómo puede afectar a nuestra vida financiera.
Trabajar después de la jubilación se ha convertido en una tendencia creciente en los últimos años. Existen diversas razones por las cuales las personas eligen continuar trabajando incluso después de haber alcanzado la edad de jubilación. Algunos buscan mantenerse activos, tanto mental como físicamente, mientras que otros pueden tener dificultades financieras y necesitar ingresos adicionales para cubrir sus necesidades básicas.
Además de los beneficios económicos, trabajar después de la jubilación también puede tener un impacto positivo en la salud y el bienestar general, ya que sigues activo tanto física como mentalmente. Además, el trabajo proporciona una estructura y un propósito en la vida, lo que puede ser especialmente beneficioso después de retirarse de una carrera profesional.
Jubilación parcial: es aquella en la que un empleado elige cobrar una parte de su pensión a partir de los 60 años mientras continúa trabajando a tiempo parcial en una empresa. Durante esta etapa, el trabajador sigue contribuyendo a la Seguridad Social, generalmente con un 80% de la cotización habitual. La jubilación parcial puede estar vinculada o no a un contrato de relevo, en el cual se contrata a otro trabajador para ocupar el puesto a tiempo completo. La cantidad de la pensión es inversamente proporcional a la jornada de trabajo, es decir, a menor jornada laboral, menor será el monto de la pensión.
Jubilación flexible: es similar a la jubilación parcial, pero con algunas diferencias. La jubilación parcial está dirigida a personas mayores de 60 años, mientras que la jubilación flexible está destinada a quienes ya son pensionistas y quieren volver al trabajar. En este caso, es posible trabajar a tiempo parcial mediante un contrato de trabajo y, a la vez, cobrar la pensión. Para la cotización a la Seguridad Social se tiene en cuenta el tiempo invertido en la actividad profesional, es decir, no existe un porcentaje específico. Al igual que en la jubilación parcial, la cuantía de la pensión es inversamente proporcional a la jornada de trabajo. Esto significa que, a menor jornada laboral, menor será el monto de la pensión.
En resumen, trabajar después de la jubilación es una opción viable y cada vez más popular en el panorama actual. Ofrece la oportunidad de generar ingresos adicionales, mantenerse activo y disfrutar de un envejecimiento saludable. ¿Por qué limitarse a una jubilación tradicional cuando se puede explorar un nuevo enfoque financiero para el retiro? Trabajar después de la jubilación puede ser una buena elección para seguir creciendo y contribuyendo en nuestra vida laboral.
Queremos explicarte el caso de Luis Pita...
Mi nombre es Luis y mi libertad financiera es de 14 años. Es decir, si mañana dejase mi empleo, podría mantener el mismo nivel de vida sin trabajar hasta 2038.
Soy autor del best seller “Ten peor coche que tu vecino” y me has visto enseñando ahorro y finanzas personales en TVE, Telecinco, Cuatro, La 2, Telemadrid y las principales radios.
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