Hoy en día resulta imposible ir por la vida sin contar con una cuenta corriente abierta en un banco. Lo que no siempre tenemos en cuenta, es que no todos los productos de este tipo que nos ofrecen las entidades bancarias son iguales. De entre ellos, en esta ocasión vamos a destacar la cuenta mancomunada.
Se trata de una cuenta corriente en la que podemos hacer las mismas operaciones que en otras que tengan titularidad individual o indistinta, pero hay una gran diferencia. En este caso, la titularidad es compartida entre dos o más personas, pero se requiere la voluntad de todos los propietarios de la misma para operar con ella.
Es decir, que uno de los titulares no puede, por ejemplo, sacar dinero, si el resto no consienten expresamente esta operación mediante su firma.
A nivel doméstico no es lo más común, puesto que la gestión diaria de la economía familiar requiere que los titulares de la cuenta puedan acceder al dinero sin restricciones y sin necesidad de contar con la presencia de otras personas para poder operar.
La cuenta mancomunada se utiliza cuando hay personas que tienen intereses comunes y confían en el resto, pero necesitan un extra de seguridad. Por ejemplo, cuando se trata de la cuenta de un negocio con varios socios o si, como en el caso de Pepe Promedio, el dinero procede de una herencia y se quiere gestionar de forma conjunta y transparente entre varios hermanos.
El término mancomunado hace referencia a la presencia de varias personas en la titularidad y, precisamente por ello, es habitual confundir ese tipo de cuentas con otras mucho más comunes en el tráfico bancario, como las indistintas o las solidarias, pero no tienen nada que ver.
En una cuenta indistinta o solidaria, cualquiera de los titulares puede disponer libremente del dinero y hacer todo tipo de operaciones sin consentimiento expreso del resto, puesto que se entiende que este fue concedido en el momento de firmarse el contrato de apertura de la cuenta.
Por el contrario, en la cuenta mancomunada no se pueden realizar operaciones que supongan una disminución del saldo sin el consentimiento de todos los titulares, ni tampoco realizar otras acciones como modificar órdenes de cargo y abono o cambiar el domicilio.
No obstante, en algunos casos es posible determinar qué tipo de operaciones y hasta qué cuantía se pueden llevar a cabo por uno solo de los titulares, sin necesidad de que el resto firmen dando su consentimiento. A fin de agilizar las gestiones que sea necesario llevar a cabo con el dinero de la cuenta.
Si algo tienen en común las cuentas mancomunadas y las solidarias, además de tener varios titulares, es que, en ambos casos, se puede designar a una persona autorizada que podrá operar con la cuenta.
La cuenta mancomunada es muy habitual en el mundo empresarial, porque resulta práctica y, a la vez, aporta seguridad, ya que nadie puede llevarse el dinero sin que el resto de los titulares se enteren. ¿Quieres conocer otros conceptos que te ayuden a gestionar mejor tus recursos económicos? ¡Cuenta con la ayuda de expertos en finanzas!
Queremos explicarte el caso de Luis Pita...
Mi nombre es Luis y mi libertad financiera es de 14 años. Es decir, si mañana dejase mi empleo, podría mantener el mismo nivel de vida sin trabajar hasta 2038.
Soy autor del best seller “Ten peor coche que tu vecino” y me has visto enseñando ahorro y finanzas personales en TVE, Telecinco, Cuatro, La 2, Telemadrid y las principales radios.
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