Si en algún momento has ido a pedir una hipoteca es más que probable que la entidad bancaria te haya ofrecido un seguro hipotecario. Un producto que, aunque puede ser útil, no resulta recomendable en todos los casos. Además, es importante que tengas en cuenta que en ningún caso el banco puede imponer la contratación de un seguro de este tipo como requisito imprescindible para que puedas acceder al préstamo.
Es lo que también se conoce como un seguro de amortización. Si contratas esta póliza y durante el tiempo en que estás pagando el préstamo hipotecario falleces o sufres una invalidez, la entidad aseguradora se hará cargo del 100% o del 50% de la cantidad que reste por pagar.
Hay básicamente dos tipos:
Este producto también tiene una relación estrecha con las hipotecas. Se trata de una póliza que se hace cargo del pago de las cuotas del préstamo hipotecario mientras el asegurado está en situación de desempleo o de incapacidad temporal.
Depende mucho de tu situación personal. Si solo uno de los miembros de la familia trabaja, o si uno de los miembros de la pareja es quien aporta la mayor parte de los ingresos familiares, en estos casos sí podría ser interesante la contratación de un seguro hipotecario. De esta forma, en caso de fallecimiento o invalidez del cabeza de familia nadie quedaría desprotegido.
Sin embargo, el gran inconveniente de los seguros de amortización es que son caros. Y no podemos olvidar de que a quien estamos protegiendo realmente con una póliza de este tipo es al banco y no a nuestros seres queridos.
Por eso, quizá otra alternativa más viable sería contratar un seguro de vida que cubra el importe de la hipoteca. Estableciendo como beneficiario a otro miembro de la familia. Así, si se produce el fallecimiento o la invalidez del asegurado, el dinero no irá directo al banco sino a la familia, y esta podrá decidir cómo gastarlo.
Quizá decida usarlo para cancelar totalmente la hipoteca, pero puede que no le haga falta cancelarla porque puede pagarla con tranquilidad y decida usar el dinero para otra cosa.
No. El banco no te puede obligar a contratar ni el seguro hipotecario ni ningún otro con él cuando le pides un préstamo. Es algo que está absolutamente prohibido por ley. Aunque debes tener claro que en cuanto pongas un pie en la oficina para pedir una hipoteca te van a ofrecer seguros de todo tipo.
Lo que sí puede hacer el banco es usar el seguro a modo de vinculación. Es decir, que si contratas el seguro te rebaja los tipos de interés aplicables al préstamo. Aunque esto puede llegar a sonarte muy bien, debes ser precavido. El banco no te va a regalar nada, seguramente los intereses que no vas a pagar los acabarás abonando mediante la póliza de seguro de amortización, así que antes de contratar nada haz bien tus cálculos.
Ya has visto que contratar un seguro hipotecario no siempre es recomendable. Si de verdad quieres proteger a tu familia, lo mejor es que empieces a organizar tus finanzas hoy mismo y te asegures de tener un buen colchón financiero para el futuro, sin tener que pagar para ello costosas primas de aseguradoras
Queremos explicarte el caso de Luis Pita...
Mi nombre es Luis y mi libertad financiera es de 14 años. Es decir, si mañana dejase mi empleo, podría mantener el mismo nivel de vida sin trabajar hasta 2038.
Soy autor del best seller “Ten peor coche que tu vecino” y me has visto enseñando ahorro y finanzas personales en TVE, Telecinco, Cuatro, La 2, Telemadrid y las principales radios.
Si quieres disfrutar de tanta libertad financiera como yo, te interesa este curso gratuito: