Si eres seguidor habitual de nuestro blog ya sabes que para contar con un buen colchón económico de cara al futuro no te vale con ahorrar, porque la inflación se puede “comer” tu dinero y hacer que cuando lo necesites valga mucho menos del valor que tiene ahora. Por eso, la opción más inteligente es buscar formas de sacarle más rendimiento a esa cantidad que ya tienes ahorrada. Una de las alternativas que tienes es invertir en dividendos, ¿te lo has planteado alguna vez? Te contamos los pros y los contras de esta opción.
Esta es una de las formas de inversión más clásicas y más conocidas que existen. Se trata de comprar acciones y mantener una cartera estable para ir obteniendo dividendos de forma periódica.
Si bien es cierto que invertir siempre tiene un cierto grado de riesgo, la inversión en dividendos es una de las formas de inversión más utilizadas entre quienes buscan un rendimiento continuo y una rentabilidad aceptable. Porque el inversor no busca obtener una rentabilidad rápida y salir casi inmediatamente del negocio, sino que tiene intención de mantener su inversión.
Por eso, lo que se hace es comprar acciones de empresas que se sabe que están en una buena posición en el mercado y que no tengan grandes planes de expansión, esto implica que la mayor parte de los dividendos no se van a reinvertir sino que se van a repartir entre los accionistas.
Algunas de las empresas más habituales para comprar acciones si se desea invertir en dividendos son Endesa, Red Eléctrica, Iberdrola o Repsol. Como ves, todas ellas han ido incrementando su dividendo con el paso de tiempo y tienen una posición muy estable en el mercado.
La inversión en dividendos es de renta variable, pero es una de las inversiones de renta variables con menos riesgo. Entonces, ¿por qué elegir esta opción y no un producto de renta fija como un depósito a plazo fijo?
La clave está en la rentabilidad. Es cierto que los dividendos ofrecen menos rentabilidad que otros productos de renta variable, pero su rentabilidad suele estar por encima de los de renta fija. Además, si tienes tu dinero invertido en acciones sabes que puedes recuperarlo rápidamente si lo necesitas, cosa que no ocurre con los productos de renta fija.
Si no tienes demasiada tolerancia al riesgo y quieres invertir en dividendos, lo mejor es que te limites a comprar acciones de empresas bien consolidadas en el mercado. Con ellas es poco probable que te lleves algún susto.
Revisa bien el dividendo por acción que la empresa está dispuesta a pagar, pero no hagas tu elección guiándote solo por este criterio. Ten en cuenta que estamos hablando de una inversión a largo plazo, así que la rentabilidad podría variar mucho a lo largo del tiempo. Eso sí, procura escoger acciones que te reporten una ganancia mayor a la que obtendrías con un producto de renta fija, porque en caso contrario no te merecerá la pena el riesgo que estás aceptando al comprar acciones.
La verdadera clave para conseguir multiplicar tu dinero está en diversificar la inversión. No pongas todo tu dinero en una única empresa ni en empresas del mismo sector. Divídelo en acciones de empresas pertenecientes a diferentes sectores. De esta forma, si la rentabilidad de algún dividendo baja, la subida de otro lo compensará.
Y si además quieres que tu dinero crezca más rápidamente, aplica el interés compuesto. En lugar de gastarte los rendimientos de los dividendos, súmalos a la cantidad principal que estás invirtiendo y obtendrás todavía más rentabilidad.
Invertir en dividendos es una buena alternativa para aquellas personas interesadas en la compra de acciones pero que no tienen demasiada tolerancia al riesgo. Hay otras fórmulas de inversión que también deberías valorar, como es el caso de los fondos de inversión, estos fondos tienen unas características concretas que los hacen muy interesantes para incorporarlos a tu cartera de inversión a largo plazo. No obstante, si tienes cualquier duda, siempre es mejor ponerte en manos de especialistas que te ayuden a sacarle más partido a tu dinero.
Queremos explicarte el caso de Luis Pita...
Mi nombre es Luis y mi libertad financiera es de 14 años. Es decir, si mañana dejase mi empleo, podría mantener el mismo nivel de vida sin trabajar hasta 2038.
Soy autor del best seller “Ten peor coche que tu vecino” y me has visto enseñando ahorro y finanzas personales en TVE, Telecinco, Cuatro, La 2, Telemadrid y las principales radios.
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