El español que conquista Siberia

El español que conquista Siberia

Esta edición de la carrera ha sido muy dura, era imposible correr, íbamos por dunas de nieve con fuerte ventisca, la sensación térmica con el viento era de -25ºC, la visibilidad era malísima no se veía a 10m de distancia, eso es muy peligroso te puedes perder fácilmente. Me mantuve el primero desde el principio hasta el final, estoy contentísimo, muy feliz”.

Mentalmente estaba muy fuerte, me encontraba muy bien y la cabeza es importantísima para estas cosas, iba pensando en todo el apoyo recibido, en el vídeo que mandaron el equipo de Bárymont, todo eso me daba más fuerza, sacaba al segundo casi 1km de distancia”. 

“Durante el recorrido se me quedaban los dedos congelados, tenía que ir moviendo las manos porque se me quedaban sin movimiento. Cuando llegué a un avituallamiento me tomé un té, la chica que estaba allí me decía que tenía la nariz azul, también la bufanda que llevaba en el cuello se quedaba congelada, la giré y la parte de la nuca me la puse hacia delante para que me diera un poco de calor”. 

"Llevo seis años esperando este día, he soñado con este momento, que corría que ganaba o que quedaba entre los 3 primeros, ganar es muy difícil… lo he conseguido!, antes lloraba de emoción, cómo no voy a llorar he cumplido un sueño gracias a Barymont sino nunca hubiera podido venir aquí", explica José Antonio Soto.

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