Lo urgente y lo importante

Lo urgente y lo importante

Recuerdo cómo hace ya unos cuantos años no cesaba en cambiar las bombillas de mi casa. Era rara la semana en que no se fundía alguna y así estuve durante unos años, hasta que un día lo comenté con un profesional y me dijo que había que analizar la causa que producía el problema. Por supuesto, le pedí que lo hiciera, y en un momento dio con la raíz del mismo, que por lo visto era que se recibía más tensión de la debida, o algo así.  Aplicó la solución adecuada y me olvidé de las dichosas bombillas.

                Aquél episodio me dio tema para reflexionar. Cada decisión que hoy tomo tiene una clara repercusión en mi futuro, que es donde normalmente se encuentra lo importante. En todo lo que es previsible le doy más peso al futuro y actúo en el presente.Este principio me permite vivir intensamente el día a día, en lugar de dedicarme a resolver problemas que podría haber evitado, si les hubiera prestado la atención que merecían cuando todavía no tenían la categoría de “problema”. Es decir, nunca llegarán a serlo si somos capaces de anticiparnos y actuar en coherencia.

                A lo largo de la vida pasamos por situaciones que nos ponen a prueba. Cuando ya son un “problema” no tenemos más remedio que enfrentarnos a él ¡claro está!, buscando la solución más adecuada, pero ¿hemos aprendido algo? Me refiero a si después no hemos dedicado un momento de reflexión sobre si de alguna manera pudiera haber sido evitado. Aquí está el aprendizaje. No se trata de ser un experto en resolver problemas, sino en evitar que éstos lleguen a serlo. En el caso de “las bombillas”, por ejemplo, no decidí aprender electricidad, sino que debía acudir a un profesional.

                Claro que puedes decir que el ritmo de vida de hoy nos obliga a vivir el presente, dando solución puntual a los problemas que vayan surgiendo en cada momento. Perdona mi insistencia. Solo te pido que recuerdes que el presente lo tendrás que vivir también el resto de tu vida, por lo que si hoy le dedicas un mínimo tiempo a planificar tu futuro, evitarás en gran medida que tu vida no sea más que una continua lucha, día tras día, resolviendo problemas que podías haber evitado.

                Allá por el año 2000 descubrimos un gran problema, profundo y de una repercusión tal en la economía de las personas, que podría llevar a cientos de miles de familias a la verdadera miseria. El sistema de pensiones iba a colapsar si no se tomaban medidas urgentes de cambio. Ni el Gobierno ni las instituciones hacían nada al respecto, pero sabíamos que debíamos actuar rápido para paliar en la medida de nuestras posibilidades, las consecuencias que ello tendría en un futuro no muy lejano.

                Luchábamos contra el escepticismo, pero estaba tan claro lo que veíamos que nada nos podía detener.  Nos adelantamos entonces y dimos solución a decenas de miles de familias. Actuamos precisamente cuando el “problema” aún no existía, pero lo vimos con suficiente antelación. Aunque cada vez son más quienes van tomando conciencia, aún existe una gran mayoría que confía en que “su problema” será resuelto por el Gobierno de turno. Pero la realidad es otra, por mucho que hagamos como el avestruz.

                Hace años este problema no existía. Era el momento en que debía haberse atendido y no se hizo, por lo que hoy sí existe como tal para todos; en mayor o menor grado, dependiendo de los recursos y la edad de cada uno. La mayoría, por aquél entonces se había declarado escéptico, pero las consecuencias para muchos están ahí y, desgraciadamente, sin solución posible.

                Supongo que ya habrás deducido que me refiero a tu jubilación, a la pensión que por mucho que esperes no te llegará en absoluto para mantener tu nivel de vida ¡ni mucho menos! Sé que esto no gusta oírlo, pero es necesario que alguien te lo diga. ¿Qué sabes de ello? ¿No crees que es extremadamente importante? Si tienes ya un Plan de Pensiones, o de Jubilación, o de Previsión, o de… ¿Qué sabes de ellos?¿Qué es lo que sabes sobre lo que tienes?

En nuestra andadura por el sector nos hemos encontrado con verdaderas barbaridades de productos. La mayoría susceptibles de ser corregidos, mejorados y de enfocarlos hacia aquello para lo que han sido creados y no para llenar las arcas de quienes tienen interés en que permanezcas ignorante. Lo más común es que han sido “colocados” sin haber sido adaptados a las circunstancias concretas de cada cliente.

Muchos confían en que el Sistema cambie y con él la solución llegará. Tengo la certeza absoluta de que cambiará, pero tardará en dar sus frutos más allá de una generación. El factor tiempo y la pirámide demográfica son elementos que no se pueden manejar para resultados urgentes.

                Como persona yo también quiero manifestar mi deseo de que cada ciudadano de este maravilloso país recapacite, recupere su cordura y actúe en coherencia. Como profesional me permito dar un consejo a todos cuantos miran hacia otro lado, pidiéndoles que vuelvan a mirar al frente con valentía, pues la solución existe si se ponen manos a la obra.  No se trata de hacer cábalas sobre si será o no como te estoy diciendo, créelo, pues te estás apostando tu futuro; es decir, te juegas el presente del resto de tu vida.  

                En Barymont hemos elegido el camino de la educación financiera, como punto de partida. Es nuestro granito de arena, para ayudarte a tomar conciencia y saber coordinar lo urgente con las decisiones más importantesque pueden afectar a tu vida.

                Estás invitado ¿Te atreves? Una decisión a tiempo siempre es importante.

 

Emilio Montaraz Castañon

Presidente de BARYMONT & ASOCIADOS, S.A.

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