Nos obligaron: el canje u os quedáis sin nada

Ana y Raúl estaban buscando terrenos para la franquicia de restauración que tenían previsto montar. Sin decidirlo sus planes cambiaron y ahora son accionistas improvisados y se pasan los días revisando cómo van sus acciones. "Teníamos una cantidad cercana a 87.000 euros en la CAM, en el mismo banco que la hipoteca", cuenta Ana Martínez. De manera rutinaria fueron a renovar sus depósitos y les hablaron de algo nuevo, pero parecido a un plazo fijo. "Obviamente confiábamos en la persona que durante ocho años nos había atendido y firmamos lo que nos puso por delante, como tantas otras veces habíamos hecho", reconoce. Igual que muchos de los otros miles de afectados por este producto financiero. Su marido, Raúl, tiene una empresa de maquinaria y por entonces estaban pensando en ampliar el negocio o invertir el dinero en una franquicia de restauración. "Ya hasta teníamos mirado el terreno", recuerda. Pero sus planes se frustraron en cuanto se destapó todo el escándalo de las participaciones preferentes por la prensa y comprobaron que el nombre del producto del que hablaban miles de afectados en televisión era el mismo que figuraba en su oficina 'on line' de la CAM. "Si no hay alguien que te las compre, no puedes hacer nada". Fue la respuesta que les dieron cuando acudieron a su sucursal de Molina del Segura, en Murcia, al intentar retirar su dinero. Esperando a ver si el Gobierno, el Banco de España o Bruselas daban alguna solución sobre cómo recuperar sus 87.000 euros, se hizo efectiva la absorción de la CAM por el Banco Sabadell, e inmediatamente les ofrecieron un canje por acciones . Hoy por hoy la opción 'menos mala', y a la que, según confirman desde el Sabadell, ya se han acogido todos los afectados de la CAM, más de 70.000 clientes. "Nos obligaron. Las opciones eran: esto u os quedáis sin nada", dice Ana. En el Sabadell no les aclaraban que iba a ocurrir con todos los afectados de la CAM. "Y no saber lo que va a pasar es muy poderoso. Ni si quiera decían si se iban a hacer cargo o no". "No queríamos ser accionistas porque no entendemos nada de bolsa. Pero insistían mucho en que aceptásemos, nos llamaban constantemente". Aceptaron cuando la acción del Banco Sabadell tenía un valor de 1,35. "Con esa cantidad, si las llegamos a vender habríamos perdido unos 35.000 euros. Ahora mismo creo que tal como están tendríamos aproximadamente 7.000 menos". "No estamos dispuestos a perder. No pedimos nada del otro mundo, sólo recuperar el dinero", casi suplica.

'Parecía un buen producto'

Han ido a hablar con la persona que les vendió las preferentes, y aunque ya no está en la sucursal, no reconoce que les engañase. "Dice que por entonces parecía un buen producto, y que él no sabía que la cosa se iba a poner como está ahora". Ana y Raúl viven ahora con mucha más precaución que cuando tenían dinero ahorrado. "Nos ha afectado muchísimo psicológicamente", dice. Además, se han roto sus planes de futuro más inmediatos. "Todos los días me levanto a mirar la Bolsa. Ahora estoy obsesionada con eso", reconoce Ana. Cuando el valor de la acción llegue a 2,30 sus acciones valdrán sus 87.000 euros y se venderán automáticamente. Así que la ampliación del negocio y la franquicia quedan pendientes. Mientras, a esperar que llegue ese día, aunque no saben cuándo, y lo que es peor "tal como están las cosas", si llegará.   Fuente: elmundo.es
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