Si tú y vuestra pareja queréis convertiros en padres, pero tenéis problemas para procrear siempre podéis acoger a un menor. La adopción de niños en España es una oportunidad que aprovechan muchas familias para cumplir el sueño de tener descendencia.
Son varios los motivos por los que muchas parejas no consiguen lograr un embarazo (esterilidad, endometriosis y diversas enfermedades). Y es que la infertilidad es más común de lo que parece.
Alrededor de un 17 % de las parejas en nuestro país (unas 800.000) no logra concebir de forma natural. Afortunadamente, estas familias tienen la opción de adoptar un menor.
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Adoptar un menor, ¿qué necesitas saber?
Sin embargo, el proceso es bastante largo y tedioso, por lo que antes es necesario conocer todos los trámites y requisitos para adoptar. Eso por un lado, por otro hay que decidir dónde y en qué país adoptar (cada uno tiene diferentes requisitos).
Y finalmente, tener mucha paciencia ya que este proceso se puede demorar bastantes meses y en el peor de los casos un par de años.
Efectos legales de adoptar
Para la mayoría de la gente la adopción de un pequeño significa que una vez lo acoge una familia el menor pasa a formar de ella como un miembro más.
Sin embargo, adoptar va más allá de los lazos emocionales ya que implica consecuencias legales y económicas.
Jurídicamente, la adopción es el proceso social, emocional y legal en el que los menores que no son criados por sus familias biológicas se convierten en miembros legales y permanentes de otra familia.
Eso sí, los pequeños siempre mantendrán vínculos genéticos y rasgos psicológicos con su familia biológica.
La adopción tiene muchas facetas y afecta a las personas de diferentes maneras, dependiendo de su papel y perspectiva.
La tramitación y el procedimiento para adoptar no es nada sencillo y es un lento y largo proceso, por lo que los expertos recomiendan tener mucha paciencia.
Adoptar en España, ¿es posible?
Además del largo proceso, se suman cada vez más restricciones lo que lleva a muchas parejas a acudir al extranjero para buscar un servicio cada vez más demandado.
La adopción de un pequeño en nuestro país puede ser un calvario para muchas parejas que ven después de muchos meses de trámites que no avanzan en las listas de espera.
Y es que siempre se critica las trabas burocráticas para acoger un menor, pero hay muchos padres y madres que quieren adoptar y no lo consiguen.
Para poder adoptar es necesario cumplir los siguientes requisitos:
- Tener una diferencia de al menos 14 años con respecto al menor. Además, la diferencia entre los padres y el pequeño no puede superar los 40 años.
- Que un miembro de la pareja, o los dos, sea mayor de 25 años.
- Contar con un certificado de adopción y presentar la tramitación en el Registro que corresponda según la Comunidad donde se resida.
- Cumplir las condiciones psicológicas y económicas mediante la acreditación de un informe denominado de “idoneidad”.
- Que los padres biológicos del pequeño no estén vivos o bien que no cuenten con la patria potestad.
Una vez tramitado los papeles y acogerse a la valoración de idoneidad la Administración cuenta con un plazo de hasta 6 meses para contestar. En caso de no contestar administrativamente se considera que se desestima la petición.
En caso contrario se inicia el procedimiento y es necesario aportar documentación como el empadronamiento, antecedentes penales, el libro de familia, certificados médicos, documentos varios y escrituras que demuestren el patrimonio económico de la familia.
Una vez se presenta la documentación se suele comenzar el trámite del certificado de idoneidad. Es importante entender que superar este proceso no implica el éxito de la adopción.
En todo caso, una vez tramitada toda la documentación toca esperar a que el Servicio de Protección de Menores os proponga un menor y una vez que aceptéis toca tramitarlo mediante el juzgado.
Una vez el juez dicte la resolución el pequeño pasa a formar parte de la familia a todos los efectos.
Adopción internacional
El largo proceso y las mayores restricciones empujan a algunas parejas a ir al extranjero en busca de un servicio que se puede demorar en España.
Para adoptar niños en el extranjero es necesario cumplir los requisitos de dos legislaciones diferentes, el país de origen de los padres y el de destino del menor adoptado.
Tras cumplir el proceso de petición en el correspondiente órgano autonómico hay que enviarlo al país del menor. Después toca esperar la asignación del pequeño y viajar a su país para conocerlo y constituir la adopción ante la autoridad competente.
Llegados a este punto se acudirá al Consulado de España para formalizar los visados e inscribirlo en el Registro Civil.
Finalmente, una vez estén cumplidos estos trámites se podrá regresar a España con el pequeño y que comience a ser parte de la familia.
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