No son pocas las ocasiones en que nos falta motivación a lo largo de nuestra vida. Ocasiones en las que no conseguimos nuestros objetivos y nuestros sueños se ven truncados. Muchas de estas veces, lo que ocurre es simplemente, que no hemos elaborado una buena planificación para conseguir el objetivo que buscábamos.
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Ante la falta de motivación busca un motivo para la acción
¿Sabes lo que quieres? ¿Tienes un sueño que cumplir? Busca ese sueño que te haga salir de tu zona de confort, que te haga cambiar algo en tu conducta diaria y te enfoques para alcanzarlo.
Cuando encuentras un “motivo” para la “acción” se genera la “motivación”. O lo que es lo mismo, cuando tenemos un sueño, un objetivo que queremos alcanzar en la vida y dirigimos nuestras acciones para lograrlo, lo hacemos de forma motivada.
Por tanto, los pasos a seguir para alcanzar tus sueños con motivación son:
- Marcarse un objetivo claro y medible. Establecer un objetivo claro en la vida es esencial para huir de la falta de motivación. Sueños u objetivos hay tantos como uno quiera buscar pero debes encontrar alguno o algunos que te llenen de verdad. Muchas personas tienen aspiraciones económicas y su deseo es estar en una posición económica más holgada en unos años. En este sentido, debemos desechar la idea de que el dinero es malo y que su búsqueda corrompe el alma. El dinero no es ni malo ni bueno, simplemente, acrecienta lo que cada persona es. Así, una mala persona utilizará su dinero con maldad mientras que una buena persona podrá hacer mucho bien y ayudar a mucha gente.
- Visualizarse en un futuro donde se haya alcanzado el objetivo. Si tu sueño es comprarte esa casa que has visto debes verte viviendo en ella e imaginando cómo sería tu vida viviendo allí. Imagina que quieres hacer un gran viaje o comprarte ese coche, te ayudará poner fotos en la nevera o en el fondo de la pantalla del móvil para no olvidar tu objetivo.
- Luchar para conseguirlo. Habrá que establecer un plan de ruta pues está claro que si haciendo lo que has hecho hasta ahora no has logrado tu objetivo, algo tendrás que cambiar en tu manera de actuar para poder llegar a él. Traza una hoja de ruta para conseguir tus objetivos y haz un seguimiento de tus avances. Tus progresos te mantendrán motivado hasta alcanzar tu objetivo final.
A lo largo de la historia los avances de la humanidad han nacido siempre de la visión de una persona que se ha visto movida por alcanzar un sueño. Si no hubiera sido por la testarudez de Cristóbal Colón, nuestra historia sería diferente. Si tienes un sueño que te motiva a la acción, éste cambiará tu conducta y esa conducta forjará tu destino.
Como decía Viktor Frankl: “Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas —la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias— para decidir su propio camino”.
Si tu motivación es económica también es alcanzable
Si tu objetivo es económico también puede ser alcanzable. Piensa en el dinero como en una semilla, si la plantas bien y en el lugar adecuado, con los cuidados que requiere, con el tiempo, dará sus frutos. Habrá que aprender dónde y cómo sembrarla y qué cuidados requiere.
De esta forma, establece tus sueños a corto, medio y largo plazo, marca una hoja de ruta para alcanzarlos y empieza desde hoy mismo a plantar la semilla del árbol que te dará sus frutos. Debes recordar que el presente es importante pero el futuro es el presente del resto de nuestros días.
La motivación por sí sola no es suficiente para mantener la energía que te ayuda a avanzar en pos de tus sueños u objetivos.
Debe ser reforzada con “fuerza de voluntad” como una disposición interna que te invita a no rendirte nunca a pesar de las dificultades.
En resumen:
La motivación te atrae desde fuera.
La fuerza de voluntad te empuja desde dentro.
