El blog de Pepe Promedio

Deudas a largo plazo: qué son y cómo gestionarlas

Particulares y empresas tienen algo en común: siempre le deben dinero a alguien por algún concepto, y es que es prácticamente imposible no tener un cierto nivel de endeudamiento. No obstante, hay que tener claro que no todas las deudas son iguales, y las deudas a largo plazo son las que más pueden afectar a la economía de personas físicas y jurídicas. Precisamente por ello, hay que saber gestionarlas bien.

¿Qué son las deudas a largo plazo?

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Existe una deuda cuando tenemos pendiente el pago de una determinada cantidad, sin importar su cuantía o el concepto por el que debemos ese dinero. Si atendemos a los términos contables, son deudas a largo plazo aquellas cuyo período de pago excede de los 12 meses.

Por ejemplo, si hemos adquirido una nevera a plazos y la vamos a pagar en seis meses, esto es una deuda a corto plazo, pero si hemos financiado nuestro coche a cinco años, entonces aquí tenemos una deuda a largo plazo.

Ventajas e inconvenientes

La mayoría de las deudas a largo plazo proceden de préstamos, como el hipotecario, y tienen sus ventajas y sus inconvenientes.

La principal ventaja es que, cuando adquirimos un préstamo a largo plazo podemos acceder al bien que necesitamos e ir haciendo el pago del mismo poco a poco, de una forma que se ajuste a nuestra capacidad económica. Además, los préstamos a largo plazo se pueden modificar con el tiempo si hay una renegociación con la entidad que ha dejado el dinero, por lo que se puede conseguir mejorar las condiciones.

Pero también hay desventajas, porque para acceder a una financiación a largo plazo nos van a pedir una gran cantidad de documentación para acreditar nuestra solvencia. Cuando Pepe Promedio compró su coche financiado, tuvo que aportar su contrato de trabajo, las últimas nóminas, e información sobre otros préstamos pendientes, lo que retrasó un poco la operación.

Por otro lado, no debemos olvidar que, cuanto más tardemos en pagar una deuda, más intereses vamos a pagar por ella.

¿Cómo gestionar las deudas a largo plazo?

Para alcanzar nuestra libertad financiera tenemos que maximizar nuestra capacidad de ahorro, y esto solo lo vamos a lograr si reducimos nuestro nivel de endeudamiento.

Pagar totalmente las deudas a largo plazo es mucho más complicado que hacerlo con las de corto plazo, puesto que su importe suele ser mucho mayor, pero siempre podemos hacer amortizaciones anticipadas de capital.

La amortización anticipada es justo lo que parece, pagar todo o parte de la deuda antes de que llegue su plazo de vencimiento. Conviene revisar el contrato que tengamos firmado con el acreedor, porque muchas veces este tipo de pagos por anticipado conllevan el pago de una serie de intereses.

Al pagar parte de la deuda por anticipado reducimos el capital debido y, como suele pasar con las hipotecas, podemos elegir dos opciones: emplear el dinero pagado para reducir el tiempo de pago que nos queda, o reducir las cuotas mensuales. Ambas opciones te dejan más dinero disponible, así que debes elegir la que mejor se adapte a tus circunstancias.

Las deudas a largo plazo son prácticamente inevitables, pero una buena gestión de las mismas hará que no se te “eternicen”. Si necesitas ayuda para gestionar tus recursos económicos, tienes a tu disposición a nuestro equipo de expertos.

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Queremos explicarte el caso de Luis Pita...

Mi nombre es Luis y mi libertad financiera es de 14 años. Es decir, si mañana dejase mi empleo, podría mantener el mismo nivel de vida sin trabajar hasta 2038.

Soy autor del best seller “Ten peor coche que tu vecino” y me has visto enseñando ahorro y finanzas personales en TVE, Telecinco, Cuatro, La 2, Telemadrid y las principales radios.

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