¿Quién no querría conseguir la independencia financiera? La mayoría de quienes la intentan conseguir, creen que no es factible. No obstante, aunque sea un objetivo difícil, no es imposible. Vamos a explicar qué es la independencia financiera y algunos consejos para que puedas centrarte en conseguirla.
Contenido
¿Qué es la independencia financiera?
La independencia financiera consiste en generar los suficientes recursos como para vivir sin trabajar. Es decir, tener los suficientes ingresos para cubrir todos los gastos de manera holgada, sin depender de los ingresos de un trabajo. Resumiendo: la independencia financiera significa vivir de manera cómoda, sin sobresaltos económicos y sin trabajar.
¿Cómo lograrlo? Teniendo ingresos de manera pasiva, ya sea por cantidades que periódicas provenientes de inversiones, de un plan de ahorro durante un tiempo determinado o por haber tenido suerte en algún juego de azar. Tentador, ¿verdad? Veamos cómo llevar esto a cabo.
¿Cómo conseguir la independencia financiera?
Conseguir la independencia financiera no es un camino sencillo. Además de necesitar una fuente de ingresos de manera pasiva, es decir, un aporte de ingresos sin esfuerzo, es necesario también un control de los gastos.
Sí, podrías obtener una gran cantidad de dinero, pero si no la gestionas de manera correcta puede desaparecer en poco tiempo. Para conseguir esta “jubilación anticipada”, no es necesario esperar. Cualquier persona adulta es capaz de lograr este objetivo, siempre y cuando tenga el plan adecuado.
Reducir los gastos mensuales
Un primer paso que cualquier persona puede dar, independientemente de sus ingresos mensuales, es el reducir los gastos fijos mensuales. Para ello, es necesario llevar un control de los ingresos y los gastos fijos.
Quizás piensas: “sí, puedo reducir algunos gastos pero la hipoteca, la luz, el agua o el pago de internet no me lo quita nadie”. Exactamente, esos gastos no se pueden suprimir. Pero para acercarse a la libertad financiera es necesario saber cómo gestionar el resto del dinero que queda después de restar estos gastos, separando un porcentaje mínimo de ese sobrante para ahorrar o para invertir.
Y es que, lamentablemente, es muy habitual gastar todo lo que se tiene, sin ahorrar ni invertir. De esta manera es imposible conseguir una independencia financiera.
Poner una meta alcanzable, trazar un plan y llevarlo a cabo
El objetivo final está claro: conseguir la independencia financiera. Para poder alcanzarla, será necesario ir poniendo objetivos que se puedan alcanzar a corto, medio y largo plazo, y trazar un plan para lograr estas metas.
Ante todo, los objetivos deben ser realistas, si no no se alcanzarán, y eso puede crear desmotivación y frustración.
Mejorar en tu puesto de trabajo
Una primera manera de conseguir la independencia financiera es poder conseguir una mayor fuente de ingresos con la que conseguir ahorrar e invertir más. Mejorar laboralmente es una manera de conseguirlo: a mejor puesto, mejor sueldo. Y a mayor sueldo, más fondos para ahorrar e invertir disponibles.
Invertir
Ahorrar es una gran manera de conseguir la independencia financiera, pero invertir lo ahorrado puede acelerar la consecución del objetivo. Pero cuidado, invertir no es sencillo ni se aprende en unos días. Quien quiera invertir debe informarse bien para poder hacerlo con cabeza, ya que normalmente, hay que invertir una cantidad que pueda perderse sin consecuencias en un momento dado. Una regla clave, por ejemplo, es no dedicar todo el importe a una sola inversión. Lo mejor es diversificar.
Estudiar y siempre estar informado
La única manera de conseguir ingresos pasivos es estar informado y aprender cada día. Apoyarse en expertos que te puedan ayudar y guiar sobre dónde invertir tu dinero y cómo invertirlo, así como mantenerte al día acerca de los mercados financieros y el mundo económico, será vital para poder conseguir la independencia financiera.
Beneficios de tener independencia financiera
Como has visto, llegar a este punto del que estamos hablando requiere una serie de sacrificios y compromiso por tu parte. Pero, si lo haces bien, vas a disfrutar de una serie de ventajas que harán que todo merezca la pena:
- Libertad de elección. Podrás tomar decisiones financieras basadas en tus metas personales y en tus valores, ya no estarás limitado por la necesidad de ganar dinero.
- Menos estrés. Si el dinero ya no es una preocupación, y ni tan siquiera tienes que trabajar, el estrés se va a reducir de forma muy notable en tu vida.
- Mayor calidad de vida. Con menos estrés y sin estar sujeto a un empleo, puedes disfrutar más de tu tiempo y de tu familia.
- Flexibilidad. Incluso si decides seguir trabajando, puedes hacerlo de una manera mucho más flexible. Por ejemplo, reduciendo tu jornada.
- Jubilación anticipada. Ya no hace falta que esperes a la edad legal para jubilarte, porque no vas a depender de una pensión pública. Si tienes suficiente dinero ahorrado, tú decides cuándo dejas de trabajar.
- Protección frente a emergencias. Tienes la seguridad de que, pase lo que pase, si surge una emergencia económica vas a poder hacerle frente.
Así pues, la independencia financiera es un sueño que puede hacerse realidad. Conseguirlo depende de la mentalidad, planificación, esfuerzo y dedicación que cada cual quiera invertir. ¿Quieres más información al respecto? ¡Consulta con un experto!
No hay comentarios
Todavía no hay ningún comentario en esta entrada.
Deja un comentario