El blog de Pepe Promedio

¿Cómo influye la situación familiar en el IRPF?

Posiblemente ya te hayas dado cuenta, pero hay una gran influencia de tu situación familiar en el IRPF. De hecho, si hay algún cambio en la misma tienes que rellenar el Modelo 145 para informar a Hacienda de las variaciones que se han producido. ¿Por qué? Porque esto influye en las deducciones que te puedes aplicar cuando llega el momento de presentar la declaración de la renta.

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El Modelo 145 para especificar la situación familiar en el IRPF

Cuando entras a trabajar a una empresa o accedes a una prestación pública que conlleva retención de IRPF te hacen rellenar el Modelo 145. A través de este formulario le indicas al pagador cuál es tu situación personal (por ejemplo si tienes una discapacidad) y familiar, a fin de que te aplique la retención que te corresponde en la nómina o en la prestación que vas a recibir.

En el caso de los autónomos estos no cobran nómina, pero sí tendrán que presentar este Modelo si en algún momento desean acceder a una prestación pública como el cese de actividad

Si ya estás trabajando o estás recibiendo una prestación pública y es entonces cuando se produce un cambio en tu situación familiar (tienes un hijo, te divorcias, etc.), tienes que comunicar la modificación producida.

Por otra parte, es habitual que las empresas recaben esta información de sus trabajadores al comienzo de cada año para hacer los ajustes que correspondan de cara al IRPF en las nóminas.

Cómo rellenar el Modelo 145 

  • Identificar la situación familiar. Se incluye el nombre y apellidos, NIF y fecha de nacimiento del contribuyente, y se escoge una de las tres opciones disponibles en cuanto a situación familiar. También se indica si el contribuyente tiene reconocida algún tipo de discapacidad.
  • Hijos y otros descendientes. En el apartado 2 se incluye la información relativa a los hijos menores de 25 años o mayores de esa edad que tengan alguna discapacidad, y que convivan con el perceptor. Siempre y cuando estos no obtengan rentas superiores a los 8.000 euros al año. 
  • Ascendientes. En el apartado 3 hay que reseñar los ascendientes mayores de 65 años, o menores de dicha edad si son discapacitados, que conviven con el perceptor durante, como mínimo, la mitad del año. Siempre que estos no reciban rentas superiores a los 8.000 euros al año.
  • Pensiones y anualidades por alimentos. Si el contribuyente paga pensión compensatoria a su ex cónyuge o alimentos a sus hijos, debe consignar su importe en el apartado 4 del Modelo 145.

¿Qué tipos de situación familiar existen?

La situación familiar en el IRPF admite tres modalidades:

  • Solteros, viudos, divorciados o separados legalmente que convivan con sus hijos menores de edad o mayores de 18 años incapacitados judicialmente y sometidos a patria potestad prorrogada o rehabilitada. Siempre que los hijos convivan con uno solo de sus progenitores.
  • Parejas casadas y no separadas legalmente en las que uno de los cónyuges no obtenga rentas que superen los 1.500 euros al año.
  • Todas la situaciones diferentes de las anteriores: parejas de hecho con hijos, matrimonios en los que ambos obtienen rentas anuales superiores a los 1.500 euros, etc.

La unidad familiar

Estos datos le permiten a Hacienda saber qué personas integran la unidad familiar, otro concepto que también es importante a la hora de hacer la declaración de la renta.

A pesar de los cambios sociales, para la Agencia Tributaria solo hay dos tipos de unidades familiares a efectos de tributación:

  1. La formada por los cónyuges no separados legalmente junto con sus hijos menores de edad y los mayores de edad incapacitados judicialmente con patria potestad prorrogada o rehabilitada.
  2. La formada por un solo progenitor junto con sus hijos si estos últimos están en alguna de las circunstancias antes expuestas.

En el caso de las ex parejas que tengan la custodia compartida de sus hijos, solo uno de ellos puede formar la unidad familiar con sus hijos a efectos de presentar la declaración de la renta. Así que lo normal es que un año lo haga un progenitor y al año siguiente el otro.

¿Por qué es importante todo esto?

Por las reducciones que es posible aplicarse en la declaración de la renta. Si Pepe fuera soltero y sin hijos solo podría aplicarse la cuantía mínima de reducción por contribuyente que es de 5.550 euros al año. Pero como está casado y tiene dos hijos menores de edad, a la reducción que puede aplicar en su base imponible se suman otros 3.400 euros al año si hace la declaración conjunta con su mujer.

Por el contrario, si Pepe estuviera divorciado y ostentara la guarda y custodia exclusiva de sus hijos, la reducción que se sumaría a la cuantía mínima sería de 2.150 euros al año.

Acabas de comprobar que la situación familiar influye de forma notable en el IRPF. Se entiende que quien tiene hijos menores o mayores de edad incapacitados tiene más gastos, por lo que también tiene derecho a más deducciones.
La renta es un impuesto complejo en el que también es posible ahorrar. Por eso, lo mejor es que te pongas en manos de especialistas  que te ayuden a gestionar tu dinero y a hacer una adecuada planificación fiscal. Así conseguirás ahorrar al máximo en el pago de impuestos y siempre de forma legal.

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