A menudo, cuando hablamos de necesidades, lo hacemos desde una visión general, sin considerar que hay diferentes tipos de necesidades.
Comer, descansar, respirar, beber agua, sentir bienestar, comunicarse… son algunas de las necesidades primarias y secundarias que debe cubrir el ser humano para vivir de manera íntegra y plena. En este post te contamos más sobre ellas, cuáles son, y algunos ejemplos según su importancia o naturaleza.
¿Qué es una necesidad? Es la falta o insuficiencia de algo que se considera esencial. Es una condición que necesita ser satisfecha para que una persona pueda sobrevivir, sentirse bien consigo misma y desarrollarse plenamente.
Probablemente, has escuchado hablar de la pirámide de Maslow. Esta es una jerarquía que organiza, en una estructura piramidal y de acuerdo con su nivel de importancia, las diferentes necesidades humanas.
Las necesidades pueden clasificarse de diferentes maneras, dependiendo de su origen, su significado económico, entre otros aspectos.
Las necesidades primarias son aquellas indispensables para sobrevivir. Tienen una estrecha relación con la fisiología del ser humano. Actualmente, algunas están vinculadas con las que la sociedad califica como esenciales para participar como ciudadano y desarrollarse plenamente.
También son conocidas como necesidades por déficit, ya que se perciben cuando se carece de un elemento para subsistir.
Hay que destacar que la falta de estas necesidades podrían causar alguna enfermedad, inclusive la muerte.
¿Cuáles son las necesidades primarias? Estos son algunos ejemplos:
Si no se satisfacen las necesidades primarias, es difícil que una persona pueda preocuparse por las necesidades secundarias.
Es importante comprender las diferencias entre ambos tipos de necesidades para poder priorizar y satisfacerlas de manera adecuada.
Una vez cubiertas las necesidades primarias, surgen las necesidades secundarias, que no se consideran esenciales para la supervivencia. En otras palabras, no satisfacer estas necesidades no pone en peligro nuestra vida. Estas necesidades buscan mejorar la calidad de vida y aumentar el bienestar de las personas.
Algunos ejemplos de necesidades secundarias son:
La pirámide de Maslow también hace referencia a las necesidades terciarias, que están enfocadas a los aspectos sociales, a la autorrealización y al deseo afectivo. Surgen cuando las primarias y las secundarias se encuentran cubiertas en su totalidad.
Dado que el ser humano es un ser social, necesita relacionarse con otros individuos para desarrollarse en su vida cotidiana. Este proceso incluye la creación de vínculos con la familia, la pareja, los amigos, los vecinos, entre otros, lo que además le permite satisfacer sus necesidades afectivas.
Algunos ejemplos son:
Con el paso de los años, las clasificaciones de las necesidades se han modificado, debido a la forma de vida actual de las personas. Por ejemplo, tener un teléfono móvil antes no se consideraba una necesidad, sino que era un lujo que solo algunos podían permitirse.
Para que una persona alcance su bienestar, es importante que, junto a la cobertura de sus necesidades primarias y secundarias, establezca sus objetivos vitales. Esto le permitirá tener una vida plena.
Tu salud financiera es clave, no solo para cubrir necesidades primarias, sino también las secundarias e incluso las sociales. Esto te permitirá tomar la mejor decisión para TU futuro.
Como has visto, las necesidades primarias y secundarias las cubres día a día. Son algo tan habitual en la vida del ser humano que, a veces, no se les da la debida importancia. Algunas hacen que se recupere la confianza en uno mismo y aumente la motivación para vivir de manera plena y feliz. Un buen ejemplo de ello es el cuidado de tu salud financiera. Si una de tus necesidades es afianzar tu libertad financiera, puedes dejarte aconsejar por expertos en el tema. Así podrás tomar la mejor decisión para tu futuro.
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Queremos explicarte el caso de Luis Pita...
Mi nombre es Luis y mi libertad financiera es de 14 años. Es decir, si mañana dejase mi empleo, podría mantener el mismo nivel de vida sin trabajar hasta 2038.
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