En nuestro país el sistema de pensiones se basa en la solidaridad intergeneracional, de forma que quienes están trabajando ahora pagan las pensiones de los que ya se han jubilado. Aunque el sistema ha funcionado bien durante mucho tiempo, las particularidades de la pirámide de población en España están poniendo en riesgo su viabilidad.
El próximo gran reto a afrontar es la jubilación de los Baby Boomers, momento en el que se notará especialmente que el número de jubilados comienza a ser superior al número de trabajadores en activo.
Echemos un vistazo a lo que ocurría en nuestro país hace hace 35 años. En ese momento España era el Estado con menos proporción de inmigración del mundo y su saldo vegetativo era positivo. Había más nacimientos que muertes, pero la diferencia entre ambas cifras no era muy alta.
Por aquel entonces ya había un alta tasa de personas mayores de 65 años, lo que llevaba a los expertos a hablar de una población envejecida que llevaría al país a un crecimiento vegetativo cero y luego a un crecimiento vegetativo negativo, con más muertes que nacimientos. Pues bien, ya hemos llegado a ese punto.
El sistema de pensiones ha funcionado muy bien hasta ahora por tener forma de pirámide. En la parte superior están los jubilados y en la base los trabajadores activos. En esta figura la parte superior es más pequeña que la base. Así que mientras haya más trabajadores en activo que jubilados la cosa va bien.
Pero de unos años a esta parte en los países desarrollados se está produciendo una inversión de la pirámide de población. El envejecimiento de la población española nos lleva hacia un modelo en el que habrá más jubilados que población activa.
Esto se debe principalmente a dos factores. Por un lado está el aumento de la esperanza de vida, que supera ya los 80 años, lo que implica que muchas personas van a cobrar una pensión pública de jubilación durante varias décadas. Por otro lado tenemos el descenso en la fertilidad, que hace muy complicado el relevo generacional.
2020 fue un año complicado para todos debido a la pandemia, pero muy especialmente para las personas de mayor edad, que fueron las más afectadas por el virus. Aunque la mortalidad de mayores de 70 años se disparó, esto no afectó demasiado a los datos sobre envejecimiento de la población.
Según los datos del INE en 2020 se experimentó el mayor repunte de envejecimiento desde 2014, superándose así el máximo histórico. Se contabilizaron 125 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16.
Desde el año 2000 en España hay una proporción mayor de personas mayores que de jóvenes, y el proceso se ha acelerado en los últimos años. El índice de envejecimiento supera el 100% desde hace más de una década, y en regiones como Asturias, Galicia y Castilla y León supera el 200%. Por el contrario, Ceuta, Melilla y Murcia son las regiones con menor tasa de envejecimiento.
De cara al futuro, y basándonos de los datos del INE, podemos avanzar que en 2033 un 25,2% de la población estará por encima de los 65 años. La tercera edad será el grupo de población más amplio del país.
Es cierto que se espera un repunte de población gracias a la llegada de trabajadores extranjeros, que además tendrán sus hijos en España, pero esto no conseguirá que el número de muertes sea inferior al de nacimientos.
Para que puedas ver las consecuencias de la pirámide poblacional invertida, te invitamos a mirar este vídeo:
Nos enfrentamos a una situación en la que el gasto público en pensiones y en sanidad se va a ir incrementando al tener una población muy envejecida. Incremento que será difícil de asumir al estar el número de trabajadores por debajo de la cifra de jubilados.
A ello le sumamos que los salarios medios han bajado en comparación con los que había antes de la crisis de 2008, lo que implica que ahora cada cotizante aporta menos a la Seguridad Social. Es decir, que tenemos menos cotizantes y además quienes cotizan lo hacen por una cantidad inferior.
Esto pone en serio riesgo al sistema público de pensiones. De ahí que se estén intentando buscar soluciones como retrasar la edad de jubilación. Pero la evolución de la pirámide poblacional nos permite ya ver que esto no va a ser suficiente.
De cara al futuro seguramente vamos a ver más ajustes en la edad y los requisitos para acceder a una pensión pública de jubilación. Pepe ya tiene claro que las pensiones públicas no van a poder subir lo suficiente para garantizar una vida digna a los jubilados, lo que ha reforzado su creencia en que ahora el ahorro es más importante que nunca.
Como has podido comprobar, la situación demográfica en España supone un problema para la sostenibilidad del sistema público de pensiones. Si la coyuntura continúa así, un menor número de empleados deberá hacer frente a las pensiones de un mayor porcentaje de la población. La inversión de la pirámide de población española es una realidad y, aunque la población pueda aumentar debido a los flujos migratorios, el envejecimiento y la esperanza de vida son claves en nuestras futuras pensiones.
Si como nosotros opinas que el sistema es insostenible, o tienes dudas de si cuando llegue el momento de tu jubilación podrás obtener una pensión digna que realmente te permita mantener tu calidad de vida, nuestra recomendación es que acudas a un asesor experto en finanzas personales y planificación financiera que te ayude a establecer un plan financiero personalizado que garantice tu bienestar actual y futuro.
Queremos explicarte el caso de Luis Pita...
Mi nombre es Luis y mi libertad financiera es de 14 años. Es decir, si mañana dejase mi empleo, podría mantener el mismo nivel de vida sin trabajar hasta 2038.
Soy autor del best seller “Ten peor coche que tu vecino” y me has visto enseñando ahorro y finanzas personales en TVE, Telecinco, Cuatro, La 2, Telemadrid y las principales radios.
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