En los tiempos que corren, una de las mayores preocupaciones de los trabajadores es quizás el ahorro para la jubilación. Con la hucha de las pensiones en entredicho, cada vez es más común encontrar en el mercado productos financieros destinados a completar la pensión pública. Entre estos productos está la renta vitalicia; que, por otra parte, es el producto financiero de este tipo más popular entre las personas cercanas a jubilarse. En este artículo te contamos qué es una renta vitalicia y cómo funciona.
La renta vitalicia es un tipo de seguro de vida-ahorro por el que la aseguradora garantiza al titular una renta periódica a lo largo de toda la vida. Dicho de otro modo, este producto convierte en rentas el capital que se aporte. Por lo general, se hace una única aportación inicial—una prima única—, aunque existe la posibilidad de contratar una renta vitalicia que permita aportaciones periódicas. Como no puede ser de otro modo, la cantidad que cobra el usuario está directamente relacionada con el dinero de la prima inicial; además de otros factores como la edad y el género. Por lo tanto, la aseguradora calcula cuánto puede percibir su cliente cada mes en función de la esperanza de vida de este, teniendo en cuenta que, dada la coyuntura de tipos actual, la rentabilidad anual será relativamente baja. En resumen, el funcionamiento de la renta vitalicia consiste en hacer una aportación inicial para que la aseguradora se comprometa a pagarle al usuario una cantidad periódica hasta que este fallezca. La cantidad varía en función de la edad, el género y la esperanza de vida; y tiene la ventaja de que el usuario conoce de antemano el importe mínimo de la renta que percibirá.
Podemos encontrar tres modalidades de rentas vitalicias. Estos tipos varían en función de si se puede retirar la aportación inicial:
Esta última modalidad es la más habitual si la cantidad inicial es elevada. Por lo que si el capital inicial es menor no es recomendable contratar la modalidad mixta, pues se obtendrá menos por la prima inicial. En el caso de todas las modalidades se puede optar por rentas inmediatas o diferidas. Es decir, si esperamos un tiempo para cobrar la renta vitalicia, recibiremos más por nuestra aportación. Por ejemplo, se puede firmar hoy el seguro y empezar a cobrar en 5 o 10 años.
Este producto financiero está especialmente pensado para personas cercanas a la jubilación. La fiscalidad es atractiva a partir de los 50 años; pero es realmente interesante a partir de los 70. Es mucho mejor si el usuario dispone de un capital inicial elevado, pues de este modo se consigue una renta más elevada. Es un producto financiero muy interesante para aquellos ahorradores que quieran repartir las herencias en vida, ya que el usuario puede decidir quién es el beneficiario del seguro. También es conveniente para padres o tutores de cierta edad que deseen dejar recursos de forma tutelada a sus hijos. Otros interesados pueden ser las familias con hijos con alguna discapacidad, pues permite a los padres asegurar a los hijos una renta una vez que ellos hayan fallecido.
Así como tiene ventajas, la renta vitalicia puede tener algunos riesgos que no está de más tener presentes.
Ahora que ya conoces este tipo de producto, puedes valorar mejor incluirlo en tu plan de ahorro para la jubilación y puedes combinarlo con otros productos financieros. Para una mayor seguridad, te recomendamos consultar con un asesor financiero que pueda resolver todas tus dudas y establezca un plan personalizado para cada caso.
Queremos explicarte el caso de Luis Pita...
Mi nombre es Luis y mi libertad financiera es de 14 años. Es decir, si mañana dejase mi empleo, podría mantener el mismo nivel de vida sin trabajar hasta 2038.
Soy autor del best seller “Ten peor coche que tu vecino” y me has visto enseñando ahorro y finanzas personales en TVE, Telecinco, Cuatro, La 2, Telemadrid y las principales radios.
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