Si tienes una empresa o gestionas tu negocio como autónomo seguro que ya sabes que tener liquidez es fundamental para poder frente a tus obligaciones. Sin embargo, muchas veces no puedes disponer del dinero que te hace falta y entonces te toca recurrir a la financiación externa, lo que va a conllevar nuevas deudas pendientes e intereses.
Lo mejor para la salud financiera de tu negocio es poder anticipar la falta de liquidez a fin de poder tomar medidas a tiempo y evitar endeudarte más. Para ayudarte con este tema, vamos a analizar con más detalle todo lo relacionado con la liquidez.
La liquidez financiera es la capacidad que tiene una empresa para obtener dinero en efectivo y hacer frente a las obligaciones a corto plazo.
Imagina que has comprado material de oficina para tu negocio por valor de 300 euros y tienes que pagar la factura en 30 días. Si tienes liquidez significa que tienes suficiente dinero en las cuentas de tu empresa para hacer este pago a tiempo.
Se habla también del grado de liquidez, que es la capacidad que tiene un activo para convertirse en dinero. Retomando el ejemplo de antes, imagina que en las cuentas de tu negocio no hay suficiente para pagar la factura, tendrías que recurrir entonces a vender un activo para obtener ese dinero. Podrías, por ejemplo, vender un portátil que ya no usas, convirtiendo así un activo en dinero líquido.
Como seguro que ya has deducido, la verdadera importancia de la liquidez es que es la que te va a permitir hacer frente al pago de las deudas del negocio.
Son aquellos que pueden convertirse en efectivo en un plazo corto de un tiempo (nunca más de un año). Aquí nos encontramos con activos como el dinero en cuentas corrientes, acciones o pagarés de empresa.
Son bienes vinculados directamente con la actividad de la empresa y tienen vocación de permanencia en la misma. Pueden venderse y convertirse en dinero líquido, pero generalmente su venta implica un plazo de tiempo más o menos largo. Los ejemplos más habituales son el inmueble en el que el negocio está instalado o la maquinaria usada en la producción de bienes.
Dentro de los activos corrientes y fijos el grado de liquidez no siempre es el mismo. Así, podemos encontrarnos con activos:
Como has podido comprobar a lo largo de este artículo, tener liquidez es imprescindible para poder hacer frente a las obligaciones a corto plazo. La mejor herramienta que tienes para asegurarte de que tu negocio está siempre en la mejor situación es la educación financiera, que te permitirá tomar decisiones financieras con la mayor tranquilidad. Por tanto, invierte en ti mismo, déjate asesorar por un educador financiero y lo tendrás más fácil para alcanzar los objetivos de tu negocio.
Queremos explicarte el caso de Luis Pita...
Mi nombre es Luis y mi libertad financiera es de 14 años. Es decir, si mañana dejase mi empleo, podría mantener el mismo nivel de vida sin trabajar hasta 2038.
Soy autor del best seller “Ten peor coche que tu vecino” y me has visto enseñando ahorro y finanzas personales en TVE, Telecinco, Cuatro, La 2, Telemadrid y las principales radios.
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