Con anterioridad ya te hemos hablado de las pensiones de incapacidad y cómo es el acceso a las mismas. Así que en esta ocasión nos vamos a centrar en la invalidez, que es un término que con frecuencia se suele confundir con la incapacidad, aunque realmente no son lo mismo.
En este artículo vamos a aclarar el concepto de invalidez, hablaremos de los grados de la misma y veremos los casos en los que corresponde una pensión pública. ¿Quieres resolver todas tus dudas sobre este tema? ¡Sigue leyendo!
Invalidez es un término médico que hace referencia a la pérdida funcional de algún miembro del cuerpo e incluso a la pérdida de alguno de los sentidos, pero no siempre tiene efectos con respecto a la vida laboral de una persona. Mientras que la incapacidad es consecuencia de la invalidez y siempre tiene efectos laborales. Es decir, que podemos estar ante alguien que tenga una invalidez pero no esté incapacitado para trabajar.
Seguramente lo verás mejor con un ejemplo. Piensa en dos personas que como consecuencia de un accidente pierden la visión, siendo una de ellas profesor y otra conductor de autobús. Ambas serán reconocidas con un grado de invalidez, puesto que han perdido un sentido. Sin embargo, el profesor puede seguir trabajando, por lo que no será declarado incapaz. Por el contrario, el conductor de autobús ya no puede ejercer su profesión habitual, lo que le permitirá acceder a una declaración de incapacidad y su correspondiente pensión.
La invalidez o discapacidad puede ser física, mental o sensitiva. Lo que se hace al valorar el grado de discapacidad de una persona es medir hasta qué punto su invalidez incluye en su autonomía personal.
Aunque existen muchas ayudas públicas para los discapacitados, no debes perder de vista que no toda invalidez da lugar a una pensión.
A través del Instituto Nacional de la Seguridad Social se lleva a cabo una evaluación de la persona afectada para medir su capacidad a la hora de afrontar los actos de la vida diaria. Existen también baremos para medir las dificultades de movilidad y cómo afectan a la vida de la persona, e incluso para valorar si se necesita la ayuda de una tercera persona.
El método más usado habitualmente es el Índice Barthel, que mide la autonomía de una persona a la hora de realizar actividades básicas como comer, asearse, desplazarse, etc. Cuando las limitaciones a la actividad y a la participación plena y efectiva en la sociedad son iguales o superiores al 33%, entonces se reconoce oficialmente la discapacidad.
A partir de ese momento el afectado puede acceder a diferentes ayudas y subvenciones públicas. Además, si esa invalidez le impide trabajar (en su profesión habitual o incluso en cualquier empleo) se reconocerá una incapacidad.
Si se tiene una discapacidad igual o superior al 33% ya se puede acceder a ciertas ayudas como beneficios en el IRPF, subvenciones para alquiler, ayudas al transporte, becas de educación especial, ayudas al autoempleo, etc.
Para poder acceder a una prestación económica por invalidez es necesario que la discapacidad sea del 65 % o más.
La cobertura pública no es suficiente si sufres una invalidez
Es cierto que existen diferentes ayudas públicas para los casos de invalidez, pero debes tener en cuenta que estas coberturas pueden ser insuficientes para mantener tu nivel de vida y garantizar la estabilidad financiera de tu familia. Por eso, te recomendamos que cubras el riesgo de poder sufrir una invalidez.
Hoy en día puedes encontrar diferentes productos que te ayudarán a continuar con tu vida y garantizarán tu estabilidad económica y la de tus seres queridos si llegas a sufrir una invalidez. Lo mejor en estos casos es que te asesores con un experto que te ayude a establecer un plan a la medida de tus necesidades.
Queremos explicarte el caso de Luis Pita...
Mi nombre es Luis y mi libertad financiera es de 14 años. Es decir, si mañana dejase mi empleo, podría mantener el mismo nivel de vida sin trabajar hasta 2038.
Soy autor del best seller “Ten peor coche que tu vecino” y me has visto enseñando ahorro y finanzas personales en TVE, Telecinco, Cuatro, La 2, Telemadrid y las principales radios.
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