Cuando hablamos de IPC calcular es fundamental para conocer la cifra exacta. Pero antes de empezar a hacer cálculos debemos realizar una aproximación a este concepto para saber de qué estamos hablando y cómo nos afecta, así que vamos a por ello.
Breve definición de IPC
Es el acrónimo de Índice de Precios al Consumo, un indicador que nos dice cuánto suben los precios de productos y servicios básicos en un lugar concreto durante un determinado período de tiempo. Así podemos saber cómo influye el cambio de precios en el coste de la vida.
Es el INE el que se encarga de hacer el cálculo de la subida del IPC a través de una encuesta mensual que tiene en cuenta el coste de productos básicos de alimentación, textil, calzado y combustibles, que son los productos que más consumen las familias.
¿Cómo se calcula el IPC?
Para nosotros como consumidores resulta muy complicado calcular el IPC porque para hacerlo hay que tener en cuenta datos estadísticos. Como decíamos antes, estos los obtiene el INE a través de la Encuesta de Presupuestos Familiares y su distribución de gasto.
Para ver si ha habido o no subida del IPC se utiliza el método matemático de Laspeyres encadenado. Lo que se hace es multiplicar los nuevos precios de los productos por las cantidades nuevas consumidas, y el resultado lo dividimos por los precios viejos multiplicados por las cantidades anteriores.
IPC= (precios nuevos x cantidades nuevas) / (precios anteriores x cantidades anteriores)
¿Para qué sirve realmente calcular el IPC?
Si es tan importante es porque a día de hoy es uno de los mejores indicadores que tenemos para saber si el coste de la vida sube o baja y cómo afecta esto al poder adquisitivo de los consumidores.
Imagina que estamos en un escenario de subida del IPC en el que el precio de los productos básicos de alimentación va subiendo progresivamente. Sin embargo, tu salario no crece. El resultado es que al final de un período de 12 meses tu poder adquisitivo habrá bajado, porque con lo que ganas puedes comprar menos cosas.
Es precisamente por ello que se debate tanto sobre la subida de salarios e incluso pensiones públicas de conformidad con el Índice de Precios al Consumo. Si lo que ganamos solo aumenta de conformidad con el IPC, no estamos perdiendo poder adquisitivo, pero en realidad tampoco lo estamos ganando, sino que lo mantenemos estable. Es decir, que aunque te suban el suelo tu situación financiera seguirá siendo básicamente igual si esa subida está ligada al IPC.
Además, calcular el IPC también nos sirve para actualizar la pensión alimenticia e incluso la renta de una vivienda de alquiler.
No podemos controlar las subidas de los precios y tampoco tenemos mucha influencia sobre lo que ganamos, así que la única opción que nos queda para mantener nuestro nivel de vida a pesar de lo que ocurra es gestionar muy bien nuestras finanzas personales. Para ello lo mejor es que estemos bien formados en este tema y que además contemos con la ayuda de expertos. Así nos aseguramos de tener siempre dinero disponible por lo que pueda pasar y conseguir mantener nuestro nivel adquisitivo.
