El blog de Pepe Promedio

¿Los préstamos entre personas son una buena alternativa?

Los préstamos entre personas existen casi desde que utilizamos dinero como moneda de intercambio, nunca mejor dicho. En cuanto a condiciones y papeleo, es mucho más sencillo que un amigo o familiar nos deje el dinero que pedirse al banco, aunque también tiene sus desventajas, ya que como seguro que sabes, pedir dinero a amigos o familiares es muy incomodo, pero en ocasiones, es la única opción que nos queda.  Sea como sea, los préstamos entre particulares son otra manera de conseguir dinero para liquidar deudas o financiación para algún proyecto, pero ¿Son una buena alternativa?

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¿Qué son los préstamos entre particulares?

Se consideran préstamos entre particulares cuando una persona individual deja dinero de forma voluntaria y sin intermediarios a otra con la promesa de que se le devolverá más tarde. Es decir, si una amigo o familiar te deja dinero como favor, a esto se le considera un préstamo entre personas. 

Los préstamos particulares se suelen hacer entre conocidos, por lo que el único aval que se necesita es la confianza, ya que no se suele hacer ningún tipo de contrato ni se aumenta la cantidad a devolver con intereses. Simplemente, es un acuerdo entre personas que se comprometen a cumplir con su parte, uno a dejar el dinero y el otro a devolverlo. 

Como no existen intermediarios, la única pega es que no existe validez alguna frente a la ley de que este préstamos se haya producido. Por lo tanto, si alguna de las dos partes no cumple con sus obligaciones, no podremos reclamar como si ocurriría con cualquier entidad financiera. Se puede hacer algún tipo de contrato legal, pero no es lo habitual, ya que los préstamos entre personas se basan en la confianza mutua. 

¿Qué tipos de préstamos entre personas existen?

Además del préstamo habitual entre amigos o familiares, existen otros tipos de préstamos entre personas a los que puedes acudir en caso de que ningún conocido pueda dejarte el dinero que necesitas. Son algunas fórmulas distintas que pueden ser una buena alternativa en algunos casos:

  • Prestamistas privados: desde hace mucho tiempo existen personas que tiene un modelo de negocio basado en dejar dinero a otras personas, ya sean conocidos o desconocidos. A cambio, deberás pagar algunos intereses, normalmente menores de los que te piden en un banco. El gran inconveniente es que no existe confianza entre estas personas, por lo que nunca sabemos de donde procede el dinero o con quien estamos tratando. En caso de que acudas a este tipo de préstamos, asegúrate de dejar todo bien atado ante notario para no tener problemas. No te recomendamos que utilices este método para conseguir dinero prestado.
  • Crowlending: la revolución digital ha traído al mundo conceptos tan interesantes como el del Crowlending. Se tratan de plataformas que ponen en contacto a personas que necesitan dinero con otras que quieren prestarlo. Es decir, estas plataformas actúan como intermediario para tener la seguridad de que ambas partes cumplirán con su parte. El crowlending está regulado por ley, por lo que es totalmente legal y seguro. Se trata de una ramificación del Crowfunding donde una o varias personas pueden sacar un pequeño beneficio de sus ahorros dejándolo a otras personas que lo necesitan. Los prestamistas, además de recibir su dinero cada mes, reciben un interés anual o mensual. 

Cosas a tener en cuenta cuando pedimos un préstamo particular

Existen multitud de cosas que tienes que tener en cuenta antes de pedir un préstamo particular, entre las que destacan las siguientes:

  • Tipo de préstamo particular: aquí te recomendamos como primera opción que pidas dinero a alguien de confianza. Es un poco rollo pedir dinero a amigos o familiares, pero tus padres, hermanos o incluso amigos estarán dispuestos a ayudarte si lo necesitas. Si esa opción está descartada te recomendamos el crowlending, es una buena alternativa. Si no te queda otra opción, puedes acudir a prestamistas privados, pero debe ser alguien en que puedas confiar y con el que puedas realizar algún tipo de contrato legal. 
  • Importe: pide sólo el dinero que realmente necesitas, aunque no existan intereses o sean bajos, no te endeudes más de la cuenta. Recuerda que estás pidiendo ese dinero por algún motivo muy concreto y puede que sea urgente, así que tenlo siempre en mente.
  • Interés: en caso de que pidas tu préstamo a un prestamista o por crowlending, asegúrate de conseguir el interés más bajo posible. Utiliza la lógica, pues el interés es el precio que tienes que pagar por disponer de dinero que no tienes. Seguramente la urgencia y el motivo marquen el interés que estás dispuesto a pagar.
  • Plazos: tanto si pides dinero a un conocido como si utilizas otro método, deberás tener claro los plazos de devolución. En el primer caso, puedes devolver todo de golpe si es una pequeña cantidad o acordar devolverle su dinero en varios pagos. En el segundo, seguramente tengas un plazo de devolución largo, cuanto más grande sea, más intereses pagarás.
  • Cuotas: la cuota dependerá directamente del plazo de devolución. A más tiempo, menor cuota mensual y a la inversa. Encuentra el término medio para deshacerte de la deuda lo antes posible y pagar una cuota que puedas asumir cada mes sin problemas. No te pilles los dedos por qué entonces puedes tener problemas para pagar mensualmente y por lo tanto, seguir igual o peor que al principio.
  • Retrasos: si un conocido nos presta dinero, podemos retrasar de manera amistosa y sin demasiadas consecuencias los pagos. Sin embargo, en los otros tipos de préstamos particulares tendrás algún tipo de recargo si pagas más tarde de lo que toca. Antes de pedir el préstamo revisa que las condiciones por retrasos no sean abusivas.

Los préstamos entre personas son una buena alternativa a los bancos o entidades financieras. En países como China o Japón es habitual acudir a la familia y amigos para pedir dinero, mucho más que acudir a los bancos. Por lo tanto, pedir un préstamo personal puede ser una buena solución ante tus problemas de dinero, siempre y cuando haya confianza entre las partes o exista algún tipo de apoyo de seguridad. 

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