¿Estamos viviendo la próxima crisis económica de España? 

¿Estamos viviendo la próxima crisis económica de España? 

4 Minutos de lectura | 10 Octubre 2025

Aunque la narrativa de “crisis” cambia con el tiempo, en octubre de 2025 España se encuentra en una fase de ajuste: la inflación ha bajado respecto a los picos de 2022–2023, pero persisten riesgos (energía, comercio internacional, y efectos rezagados de subidas de tipos). Al mismo tiempo, hay signos de recuperación en algunos indicadores y previsiones que apuntan a crecimiento en 2025, lo que convierte la situación en una mezcla de desafíos y oportunidades.

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¿Está cerca la próxima crisis económica española?

No es tan simple como decir “sí” o “no”. En 2025 la inflación ha vuelto a niveles mucho más manejables respecto a 2022–2023, y los organismos internacionales y algunos centros económicos ya revisan al alza previsiones de crecimiento para España en 2025. Sin embargo, la subida de tipos de interés de los últimos años dejó efectos rezagados sobre consumo, inversión y empresas que todavía se notan. Además, las tensiones geopolíticas y la volatilidad de los mercados globales siguen siendo fuente de riesgo.

 

Motivos actuales que explican la ralentización

1. Secuelas de la pandemia (COVID-19)

La pandemia provocó cambios estructurales: cadenas de suministro más costosas, cambios en patrones de consumo, y presión sobre ciertos sectores (como el comercio detallista). Aunque muchos sectores se han recuperado —por ejemplo el turismo—, las consecuencias en inversión productiva y algunos servicios han sido duraderas.

2. Guerra entre Rusia y Ucrania: impacto energético y de precios

La guerra sigue afectando precios energéticos y cadenas comerciales: ataques o cambios en flujos energéticos han provocado volatilidad en suministros y precios, algo que durante 2022–2024 fue clave para la inflación y que en 2025 aún genera incertidumbre en el mercado energético europeo. Esa incertidumbre encarece costes para empresas y hogares.

3. Política monetaria: el ajuste por la lucha contra la inflación

Los bancos centrales subieron tipos para frenar la inflación en años previos; en 2025 la actitud del BCE ha pasado a una fase más cauta e incluso de espera (en septiembre 2025 mantuvo los tipos sin cambios), lo que refleja que la inflación está más controlada, pero los efectos de las subidas previas (crédito más caro, menor inversión) siguen pesando.

4. Mercado laboral, turismo y demanda interna

El mercado laboral ha mostrado altibajos durante 2024–2025. En octubre de 2025 hay señales mixtas: indicadores oficiales muestran movimientos en el empleo mes a mes, con episodios de caída del paro registrado en algunos meses, pero la calidad del empleo y la temporalidad siguen siendo retos. Al mismo tiempo, el turismo, motor clave para España, ha mostrado recuperación pero con estacionalidad y vulnerabilidad a shocks externos.

5. Deuda, vivienda y financiación

El coste del crédito encareció el acceso a hipotecas e inversión inmobiliaria durante los años de tipos altos. La carga de la deuda (pública y privada) y la disponibilidad de financiación condicionan decisiones empresariales y del hogar, frenando en ocasiones la inversión y el consumo.

 

¿Estamos en recesión?

No hay una respuesta única: algunas instituciones y analistas han reducido la probabilidad de una recesión profunda y revisado previsiones al alza para 2025, mientras que otros subrayan riesgos sectoriales y regionales. En palabras prácticas: hay desaceleración y riesgos, pero también señales de estabilización y crecimiento en 2025.

¿Qué puedes hacer para protegerte?

  1. Fondo de emergencia: Prioriza tener 3–6 meses de gastos fijos en líquido o instrumentos muy seguros.

  2. Revisa y reduce deuda cara: Si tienes créditos con tipos variables, valora refinanciar o rediseñar pagos.

  3. Diversifica ingresos: busca fuentes de renta pasiva (pequeñas inversiones, producto financiero que genere rentas) o formación que aumente empleabilidad.

  4. Aprovecha la inflación más baja para planificar: con inflación cerca de objetivos en 2025, es buen momento para planificar inversiones a medio plazo.

  5. Protege tu presupuesto de energía y alimentación: prepara un presupuesto realista con margen para shocks de precio.

  6. Pensiones y ahorro a largo plazo: si aún no tienes ahorro previsional (pensiones privadas o aportaciones periódicas), considera empezar cuanto antes; el interés compuesto funciona mejor con tiempo.

 

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