A nadie le gusta estar sin trabajo. No tener una fuente de ingresos estable puede convertirse en un problema para la economía familiar y personal. Sin embargo, no todas las situaciones de paro son iguales. Existen diferentes tipos de desempleo, cada uno con causas y características propias que conviene conocer.
Estar al tanto de estas tipologías es clave para entender mejor la situación que atraviesa una persona desempleada y tomar decisiones que le permitan reincorporarse al mercado laboral en el menor tiempo posible.
Uno de los tipos de desempleo es el cíclico o coyuntural. Es un desempleo contra el que resulta muy complicado luchar, porque deriva de forma directa de las fluctuaciones que se producen en la economía. Así, cuando la economía está en un momento alcista se genera empleo pero, cuando llega una crisis, las empresas empiezan a adoptar medidas de ajuste. Y lo hacen rescindiendo un gran número de contratos, haciendo crecer la tasa de desempleo.
Este tipo de desempleo sigue muy presente en España y en el resto del mundo. La inflación, la inestabilidad de algunos mercados internacionales y la incertidumbre geopolítica han provocado ajustes en sectores como la industria y en los servicios. Aunque los gobiernos suelen aplicar políticas fiscales y monetarias para reducir su impacto, lo cierto es que el desempleo cíclico es difícil de evitar por completo, ya que depende de factores globales que escapan al control de los trabajadores y las empresas.
El desempleo estructural aparece cuando las empresas buscan perfiles profesionales que no coinciden con las habilidades de los trabajadores disponibles. Esto genera que muchos parados, aunque deseen trabajar, no logren encontrar un puesto porque su preparación no encaja con lo que se demanda en ese momento.
En 2025 este fenómeno se ha intensificado debido a la rápida transformación digital. Profesiones relacionadas con la inteligencia artificial, la ciberseguridad, el análisis de datos o la sostenibilidad están en auge, mientras que otros empleos tradicionales han perdido peso en el mercado. Para combatir el desempleo estructural, la clave está en la formación continua y la recualificación profesional, con programas de capacitación que ayuden a los trabajadores a adaptarse a las nuevas exigencias del mercado laboral.
Este tipo de desempleo es muy habitual en España y otros países con fuerte dependencia del turismo o la agricultura. Se caracteriza por:
Creación de empleo en determinadas épocas del año (verano, Navidad, campañas agrícolas).
Despidos o finalización de contratos cuando baja la actividad.
Un ejemplo claro es la hostelería: las contrataciones aumentan en Semana Santa y verano, pero disminuyen notablemente al finalizar la temporada turística.
La digitalización del sector turístico y la diversificación de servicios están ayudando a mitigar en parte los efectos del desempleo estacional, pero todavía sigue siendo un reto estructural. La solución pasa por fomentar actividades productivas menos dependientes de la estacionalidad y generar empleo de calidad a lo largo de todo el año.
El desempleo friccional se produce cuando es el propio trabajador quien decide dejar su empleo de manera voluntaria. Algunas causas son:
Buscar mejores condiciones laborales o salariales.
Cuidar de la familia.
Cambiar de sector o emprender un proyecto personal.
Este tipo de desempleo suele ser temporal y, en 2025, está muy ligado a la búsqueda de teletrabajo, conciliación y flexibilidad laboral, aspectos cada vez más valorados.
Aunque puede parecer una situación negativa, en realidad este tipo de desempleo suele ser temporal y, en muchos casos, refleja la dinamización del mercado laboral.
El desempleo puede tener consecuencias significativas tanto a nivel individual como en la economía en general. A continuación destacamos algunas de las repercusiones más comunes:
Existen más tipos de desempleo de los que se suele pensar a simple vista, y luchar contra ellos no es nada fácil. Nadie está exento de pasar un tiempo sin trabajar cuando desea hacerlo. Por esta razón es conveniente gestionar muy bien la economía doméstica, para que esta situación no derive en un problema grave. Por eso, ahora es buen momento para dejarte asesorar y empezar a poner en orden tus finanzas.
Es posible que alguna vez te hayas planteado salir de una situación de riesgo, en la que un empleador puede ejercer su derecho de finiquitarte. Por esta razón cada vez hay más empleados que deciden pasa a ser emprendedor, para no correr el riesgo de caer en el desempleo.
El emprendimiento tiene varias ventajas, que pueden ser muy atractivas para muchas personas. Aquí algunas de las más destacadas:
Como has visto, existen más tipos de desempleo de lo que se piensa a primera vista, y cada uno requiere estrategias específicas para afrontarlo. Desde políticas de empleo público hasta la formación continua o el autoempleo, las soluciones son diversas.
La formación continua, la diversificación económica, las políticas de empleo y el impulso al autoempleo son las herramientas más efectivas para reducir el impacto del paro. Y aunque nadie está exento de atravesar una etapa sin trabajo, contar con la información adecuada y tomar decisiones acertadas puede marcar la diferencia entre una crisis pasajera y un problema de largo plazo.
