Es posible que al poner la radio o la televisión hayas oído a los especialistas en economía hablar del tipo impositivo o del tipo de gravamen. Se trata de un concepto económico que tiene una gran importancia en nuestra economía familiar, así que conviene entender de qué se trata.
Pues bien, ese porcentaje que aplicamos sobre la base imponible, es el tipo impositivo.
No siempre el tipo de gravamen se aplica igual, puede aplicarse en forma de porcentaje como acabamos de ver, o ser una cantidad fija.
No es un porcentaje, sino una cantidad fija que se aplica sobre la base imponible. Se suele usar respecto a impuestos especiales, por lo que nosotros como consumidores no tenemos demasiado contacto con ellos, aunque sí los pagamos.
Uno de los casos más claros es el impuesto sobre hidrocarburos. Aquí el tipo de gravamen es la suma del tipo estatal más el tipo autonómico. Esto implica que, cuando llenamos el depósito, además de pagar el combustible también estamos pagando impuestos, aunque no seamos conscientes de ello.
Vamos a conocer con más detalle los tipos impositivos de algunos de los impuestos más habituales.
En relación con el Impuesto de Sociedades y otros impuestos que deben soportar las empresas, existen los llamados tipos impositivos contables.Es un concepto algo complejo, pero podemos definirlo de forma sencilla señalando que es un instrumento que nos ayuda a medir la presión fiscal que sufre un negocio.
Para calcularlo se divide el gasto en Impuesto de Sociedades entre el resultado de restar al resultado contable la cuantía de Impuesto de Sociedades. Otra alternativa es dividir el impuesto entre el resultado contable antes de impuestos.
Este concepto es también muy interesante a nivel empresarial. Se obtiene dividiendo la cuota líquida positiva entre el resultado contable antes de los impuestos. Es otra forma de conocer la presión fiscal que tiene un negocio.
Conocer los tipos impositivos es fundamental para todos, pero mucho más si eres un autónomo con su propio negocio.
Si elaboras tus facturas con una plantilla seguramente habrás visto que te da la opción de incluir dos impuestos, IVA e IRPF, y diferentes tipos impositivos. Esto se debe a que el gravamen a aplicar puede variar en función de tu actividad.
En el caso del IVA, lo más normal es que tengas que aplicar un 21%, aunque si estás en los casos venta de productos o servicios de tipo reducido o superreducido deberás aplicar un 10% o un 4% según el caso.
En el caso del IRPF, si la factura va destinada a otro profesional o una empresa deberás aplicar un tipo impositivo del 15%. No obstante, durante los tres primeros años de actividad los nuevos autónomos pueden aplicar un tipo reducido del 7%.
Ahora que ya sabes lo que es el tipo impositivo y cómo afecta a tu economía y la de las empresas, te recomendamos que sigas leyendo nuestro blog. Encontrarás más artículos sobre conceptos financieros y fiscales que te pueden resultar de mucha utilidad.
Queremos explicarte el caso de Luis Pita...
Mi nombre es Luis y mi libertad financiera es de 14 años. Es decir, si mañana dejase mi empleo, podría mantener el mismo nivel de vida sin trabajar hasta 2038.
Soy autor del best seller “Ten peor coche que tu vecino” y me has visto enseñando ahorro y finanzas personales en TVE, Telecinco, Cuatro, La 2, Telemadrid y las principales radios.
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