¿Estás pensando en adquirir una segunda residencia? ¿Un lugar al que poder acudir para huir del bullicio y desconectar? Entonces debes tener en cuenta que si no tienes ahorrado suficiente dinero como para pagar este nuevo inmueble tendrás que pedir una hipoteca para segunda vivienda. Un producto cuyas condiciones pueden ser algo diferentes a las establecidas para el préstamo hipotecario destinado a adquirir la vivienda habitual. En este artículo vamos a contarte todas sus peculiaridades.
En realidad este producto funciona exactamente igual que un préstamo hipotecario para adquirir la vivienda habitual, pero te vas a encontrar con algunas limitaciones.
La más importante es que la financiación máxima que te va a dar el banco no superará el 60-75% del valor de tasación o del valor de compraventa de la casa que te interesa. Así que vas a tener que tener ahorrada una buena cantidad de dinero para comprar tu segunda residencia.
Otro aspecto que varía es el plazo de amortización, que es más corto. Con suerte puedes obtener un plazo de 25 años. Esto implica que como tienes que devolver el dinero en menos tiempo las cuotas van a ser más altas.
Muchas entidades diferencian los préstamos según su finalidad, por lo que pueden llegar a aplicar intereses más altos si es una hipoteca para segunda residencia.
En definitiva, te vas a encontrar con requisitos más duros que para acceder a una hipoteca para vivienda habitual.
¿Hipoteca fija o variable? Esta es la eterna pregunta. Depende mucho de tu situación económica y de las condiciones del mercado.
Con la hipoteca fija te aseguras de que vas a pagar exactamente la misma cuota durante todo el plazo de amortización, mientras que con una hipoteca variable te puedes beneficiar de los bajos tipos de interés actuales, aunque si los tipos empiezan a subir también lo hará tu cuota.
No obstante, ten en cuenta que tu decisión no te vincula para siempre. Nada impide que en el futuro hagas una subrogación y cambies tu hipoteca de fija a variable o al contrario.
No importa si se trata de una hipoteca para vivienda habitual o para segunda residencia, siempre hay margen para la negociación. Es más, cuanto más sepas sobre el tema de las hipotecas mejor podrás negociar.
Tu poder de negociación también va a depender de otros factores como si ya eres cliente de la entidad, si tienes o no la hipoteca de tu residencia habitual pagada, si tienes otros préstamos pendientes de pago, tu edad, etc.
Lo hemos visto antes, algunos bancos te cobran más intereses si la hipoteca es para una segunda residencia. Ten esto muy en cuenta a la hora de hacer tus cálculos.
La bestia negra de los bancos. Infórmate muy bien sobre ellas y sobre qué puedes hacer para reducirlas al mínimo, ya que puedes ahorrar varios cientos de euros al año.
Muchos bancos te ofrecen reducirte el tipo de interés o las comisiones si contratas otros productos como tarjetas de crédito, seguros de hogar, de vida, etc. Vas a ahorrar dinero, pero ten en cuenta que estos productos también tienen un coste, así que valora si de verdad merece la pena.
Cuanto más corto sea el plazo para devolver el dinero más pagarás cada mes, ten esto muy en cuenta, especialmente si tienes otros préstamos abiertos.
Olvídate de la financiación 100% o incluso al 80% para comprar una segunda residencia. Para hacer una inversión de este tipo es necesario que tengas dinero ahorrado.
Lo mejor que te podemos aconsejar es que te informes bien sobre las diferentes opciones de préstamo hipotecario que te ofrecen los bancos y que hagas una estimación del coste final de la vivienda.
No dudes en negociar con el banco y examina si existe además alguna forma de sacarle más rendimiento económico a esa nueva casa. Por ejemplo, alquilandola durante los meses que no la uses.
La información siempre es poder. Pero sabemos que no siempre es sencillo informarse sobre todas las opciones que existen en el mercado. Por eso, nuestra recomendación es que te pongas en manos de un experto que pueda guiarte y asesorarte a lo largo de todo el proceso de compra de tu segunda residencia. Con su ayuda también podrás establecer un plan de ahorro que te ayude a mantener una economía saludable y saneada que te permita acceder a este nuevo gasto.
Queremos explicarte el caso de Luis Pita...
Mi nombre es Luis y mi libertad financiera es de 14 años. Es decir, si mañana dejase mi empleo, podría mantener el mismo nivel de vida sin trabajar hasta 2038.
Soy autor del best seller “Ten peor coche que tu vecino” y me has visto enseñando ahorro y finanzas personales en TVE, Telecinco, Cuatro, La 2, Telemadrid y las principales radios.
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