Invertir siempre conlleva unos riesgos, especialmente si no comprendemos adecuadamente cómo funciona el mercado o los productos en los que hemos puesto nuestro dinero. Si estás pensado en hacer crecer tus ahorros de una forma segura, te interesa conocer la gestión pasiva, una alternativa muy interesante para los nuevos inversores. En el artículo de hoy te vamos a dar todas las claves para que comprendas este sistema de inversión.
También conocida como inversión pasiva, implica poner el dinero en bolsa a través de ETFs o fondos indexados, que son productos que replican el comportamiento de cualquier índice bursátil.
En esta forma de inversión asumimos que no podemos superar al mercado de forma continua y lo que hacemos es tratar de replicar su comportamiento. Es decir, invertimos en índices en lugar de buscar las mejores oportunidades del mercado y seleccionar entre ellas.
En la modalidad pasiva buscamos replicar el mercado, invirtiendo principalmente en fondos indexados y ETF, con un objetivo a largo plazo. Aquí el papel del gestor del fondo es bastante limitado, por lo que las comisiones son más bajas. Es además un producto que se puede comprender fácilmente y no requiere tener muchos conocimientos financieros.
En la modalidad activa lo que se busca es superar al mercado, invirtiendo de forma directa en ciertos activos, bonos y acciones, buscando la rentabilidad a corto y largo plazo. El papel del gestor es fundamental para conseguir el éxito de la inversión, lo que se traduce en más comisiones. Por otro lado, es una forma de inversión más compleja que requiere de buenos conocimientos sobre el funcionamiento de los mercados.
Lo primero que hay que hacer es decidir si quieres invertir en fondos indexados o en ETFs, una vez que tienes esto claro es hora de distribuir la cartera en función de tus objetivos y del riesgo que quieras asumir.
Una vez confeccionada la cartera se comienza la inversión y el mercado se encarga del resto.
Existen muchos, uno de los más habituales es el de la edad. Ten en cuenta tu edad actual y resta esa cifra a 120. El resultado debería ser el porcentaje de tu cartera que esté dedicado a los fondos indexados y ETFs de Renta Variable, mientras que el resto lo puedes dedicar a la indexación en Renta Fija.
Así, a medida que cumples años tu inversión se va volviendo cada vez más conservadora, ayudando a proteger el patrimonio ganado.
Si todavía tienes dudas sobre lo que son los fondos indexados y cómo funcionan, te recomendamos este artículo de nuestro blog.
Si te has decidido a invertir, necesitas un plan bien elaborado que deberás seguir al pie de la letra. Define tus objetivos y el riesgo que quieres asumir, utiliza un método como el de la edad para configurar tu cartera y decide cómo y cuándo vas a hacer tus aportaciones. Ya tienes tu plan, ahora solo tienes que seguirlo a rajatabla.
La gestión pasiva es una tendencia dentro del mundo de la inversión que no deja de crecer. Es una forma de entender la gestión de los ahorros de manera más sencilla, y es muy útil para el pequeño inversor que no tiene grandes conocimientos sobre finanzas ni tiempo para dedicar a hacer crecer su patrimonio.
Si no eres experto, nuestra recomendación es que para comenzar a invertir contactes con un asesor especialista que te ayude a trazar tu plan, esto te permitirá ver ganancias a corto, medio y largo plazo para conseguir tu objetivo de tener una economía sólida.
Queremos explicarte el caso de Luis Pita...
Mi nombre es Luis y mi libertad financiera es de 14 años. Es decir, si mañana dejase mi empleo, podría mantener el mismo nivel de vida sin trabajar hasta 2038.
Soy autor del best seller “Ten peor coche que tu vecino” y me has visto enseñando ahorro y finanzas personales en TVE, Telecinco, Cuatro, La 2, Telemadrid y las principales radios.
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