¿Quién no querría conseguir la independencia financiera? Es un objetivo difícil, pero no es imposible. Vamos a explicarte qué es y a proporcionarte algunos consejos para que puedas conseguirla.
La independencia financiera consiste en disponer de los suficientes recursos económicos como para poder vivir sin trabajar. Es decir, tener cubiertas tus necesidades sin que para ello dependas de los ingresos que provienen de tu trabajo.
Buscar esta forma de independencia no es una meta sencilla, pero es alcanzable. Como afirmaba Albert Einstein: "La definición de locura es seguir haciendo lo mismo y esperar resultados diferentes". Por lo tanto, si no estás completamente satisfecho con tus resultados actuales, es hora de probar enfoques diferentes para obtener resultados distintos.
¿Estás decidido a lograr esta independencia? Si es así, te proporcionaré algunos consejos que te serán útiles.
Como hemos visto antes, la independencia económica puede entenderse como un equilibrio entre el tiempo libre y los recursos financieros. La verdadera libertad se encuentra en tener tanto tiempo como dinero para disfrutar de la vida. Es indiscutible que la etapa de la jubilación ofrece más tiempo libre, pero, desafortunadamente, en muchos casos, no se acompaña de suficientes recursos financieros.
Es por ello que a finales del siglo pasado, entre los miembros de la generación ‘millennial’, nace el movimiento FIRE, que prefieren generar unas rentas que les permitan dejar de trabajar lo antes posible y disfrutar de tiempo libre mientras todavía son jóvenes. O la que es lo mismo, optar por una jubilación a una temprana edad y poder disfrutar tanto, de tiempo, como de recursos financieros
Una vía para lograr la independencia financiera consiste en obtener ingresos pasivos, como los rendimientos de inversiones o las rentas provenientes del alquiler de propiedades que tenemos.
Los ingresos pasivos son aquellos que, una vez realizada la inversión inicial, generan rendimientos (beneficios) de forma constante y periódica, sin necesidad de tu dedicación. Este tipo de ingresos puede surgir, por ejemplo, de rendimientos de inversiones o de las rentas generadas por la propiedad de un inmueble. Para lograrlo, es fundamental tener un control preciso de los gastos y gestionar de manera efectiva los ingresos.
Es importante destacar que cualquier persona puede aspirar a este objetivo, siempre y cuando cuente con un plan adecuado y, sobre todo, con el tiempo necesario para llevarlo a cabo.
Uno de los primeros pasos que cualquier persona puede dar, independientemente de sus ingresos mensuales, es el reducir los gastos mensuales. Para ello, es necesario llevar un control de los ingresos y los gastos fijos y variables.
Quizás piensas: “sí, puedo reducir algunos gastos pero la hipoteca, la luz, el agua o el pago de internet no me lo quita nadie”. Exactamente, esos gastos no se pueden suprimir. Pero para acercarse a la libertad financiera es necesario saber cómo gestionar el resto del dinero que queda después de restar estos gastos, separando un porcentaje mínimo de ese sobrante para ahorrar o para invertir.
Hoy existen empresas cuyo objetivo es el ahorro en facturas, y que en muchas ocasiones nos sorprenden gratamente con los resultado. No dudes en ponerte en contacto con ellas, si eres capaz de ahorrar una partida de dinero, “no te lo gastes”. Ahorra.
Controla el gasto que utilizas para el ocio, en muchas ocasiones no somos conscientes de la cantidad de dinero que derivamos a tal fin. Existen muchas formas de ahorrar de manera sencilla. Es el método del sobre. Te explico cómo llevarlo a cabo, por si quieres hacerlo. Verás que es muy sencillo, pero no por ello deja de ser relevante.
Pon en un sobre el dinero que crees que gastas en ocio, no sirve utilizar la tarjeta, de esta manera serás consciente de lo que gastas, cuando ya no quede dinero en el sobre mira a qué día del mes estas y cuanto dinero necesitas para el resto del mes.
Crear un presupuesto sirve para recoger de manera ordenada, conjunta y sistemática los ingresos y los gastos de una familia a lo largo de un período determinado (un mes o un año).
Es probable que pienses: "No puedo permitirme ahorrar". Y seguro que estás en lo cierto si esperas hasta el final del mes para hacerlo.
¿Quieres descubrir cómo cambiar esto? Es bastante sencillo; simplemente invierte el orden y comienza a ahorrar al principio del mes, una práctica conocida como "preahorro" o "pagarte a ti primero". Establece un presupuesto que sea cómodo y sostenible para tu economía (los expertos sugieren destinar al menos el 10% de tus ingresos). Descubrirás que es completamente posible lograr la independencia financiera al adoptar este enfoque proactivo.
El objetivo final está claro: conseguir la independencia financiera. Para poder alcanzarla, será necesario ir poniendo objetivos que se puedan alcanzar a corto, medio y largo plazo, y trazar un plan para lograr estas metas.
Para lograrlo la clave está en ponerse en manos de un experto que te irá marcando tus metas a corto, medio y largo plazo. Además, el experto, diseñará un mapa de la ruta que debes de seguir, el cual modificará atendiendo a tus necesidades en cada etapa de tu vida.
También te ayudará, si logras conseguir una mayor fuente de ingresos que te permita ahorrar más. Para ello te recomendamos trabajar en tu red de contactos profesionales, en ella puedes encontrar nuevas oportunidades laborales, o de negocio.
Por otra parte, Invertir lo ahorrado acelera el logro de la independencia financiera. Por ello es clave la figura de un educador financiero que te enseñe los conceptos financieros básicos, identificar gastos, necesarios o secundarios, realizar el balance y cuenta de resultados de tu economía, también te ayudará a elegir las herramientas que mejor se adapten a tu perfil y horizonte temporal y, por tanto, minimizar los riesgos que conlleva el desconocimiento.
Como has visto, llegar a este punto requiere aplicar una serie de hábitos financieros saludables y compromiso por tu parte. Pero, si lo haces, disfrutarás de la paz que supone disfrutar de ese estado de independencia financiera. No depender económicamente de nada ni de nadie.
Así pues, la independencia financiera es un sueño que puede hacerse realidad. Conseguirlo depende de la mentalidad, planificación, esfuerzo y dedicación que cada cual quiera invertir. ¿Quieres más información al respecto? ¡Consulta con un experto!
Queremos explicarte el caso de Luis Pita...
Mi nombre es Luis y mi libertad financiera es de 14 años. Es decir, si mañana dejase mi empleo, podría mantener el mismo nivel de vida sin trabajar hasta 2038.
Soy autor del best seller “Ten peor coche que tu vecino” y me has visto enseñando ahorro y finanzas personales en TVE, Telecinco, Cuatro, La 2, Telemadrid y las principales radios.
Si quieres disfrutar de tanta libertad financiera como yo, te interesa este curso gratuito: