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Tipos de IVA: ¿sabes cuánto IVA tiene todo lo que compras?

El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) es un impuesto muy conocido, pero si hablamos de los tipos de IVA que existen, puede que muchas personas los desconozcan. Y sí, existen varios tipos de IVA, que se aplican en función del producto al que afecte. En este post te los explicamos, citando ejemplos para dejar claro qué tipo de IVA se aplica a cada producto.

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¿Qué es el IVA?

Esta parece una pregunta sencilla, ¿verdad? Como ya hemos dicho, IVA es el acrónimo de Impuesto sobre el Valor Añadido, que es un impuesto indirecto sobre el consumo. Es decir, es un impuesto que se aplica sobre los bienes y servicios que se fabrican y distribuyen. 

El IVA no se aplica sobre la renta de las personas, sino sobre los productos que consumen. Este impuesto lo paga cualquier persona que compre un artículo o consuma un servicio. Sin embargo, según el producto o servicio que se consuma, el tipo de IVA que se aplica puede variar.

El IVA grava tres tipos de operaciones:

  • La entrega de bienes y las prestaciones de servicios que realizan empresarios y profesionales al desarrollar su actividad.
  • La adquisición de bienes intracomunitarios.
  • La importación de bienes, ya sea a cargo de un profesional o de un particular.

Tipo de IVA

El tipo de IVA a aplicar depende del producto o bien que se consume, y es la Agencia Tributaria la encargada de gestionar qué tipo de IVA se aplica a cada artículo o servicio.

IVA general (21%)

Este es el tipo de IVA que se aplica por defecto, es decir, a la mayoría de servicios y productos. El porcentaje de IVA general es del 21% del valor del producto. Es decir, si un producto cuesta 100€, 21€ corresponden al IVA. 

Este tipo de IVA se aplica a productos y servicios como el tabaco, un ordenador, un teléfono móvil, un servicio de reparación de vehículos o los servicios de un fontanero.

IVA reducido (10%)

Este tipo de IVA corresponde a aquellos productos considerados bienes de primera necesidad. Se aplica el IVA reducido, por ejemplo, a productos alimenticios, agua, exposiciones comerciales, bienes de uso agrícola, productos farmacéuticos para el cliente final, compra de viviendas y asistencia social, entre otros bienes y servicios. 

IVA superreducido (4%)

En este caso, los productos a los que se les aplica este tipo de IVA son los que, por ley, están considerados como bienes de primera necesidad. Puede prestarse a confusión con el IVA reducido, pero en este caso se trata de productos que son básicos para el día a día de una persona. 

En esta categoría entran productos como ciertos alimentos básicos en la cesta de la compra, como la leche, el pan y el arroz, entre otros. También se incluyen medicamentos y tratamientos médicos, libros y prensa, además de prótesis, implantes, órtesis y vehículos para personas con discapacidad.

Productos exentos de IVA

Por último, existen algunos bienes y servicios que están exentos de IVA, a los que no se les añade ningún porcentaje de IVA. En este punto es importante diferenciar entre productos exentos de IVA y productos no sujetos a IVA

Los productos exentos de IVA son productos sujetos a la aplicación del IVA, pero sobre los cuales Hacienda decide eximir el pago, mientras que los productos no sujetos a IVA no suponen un hecho imponible del mismo.

  • Operaciones médicas. Excepto cirugía estética, acupuntura, digitopuntura y derivados.
  • Actividades educativas. Cualquier actividad en la escuela, tanto privada como pública. Excepto cursos a distancia, actividades extraescolares y clases particulares.
  • Actividades sociales. Las actividades sociales, culturales y deportivas realizadas por organizaciones sin ánimo de lucro.
  • Actividades inmobiliarias. Las entregas inmobiliarias, o de terrenos rústicos, para uso público o no edificables.
  • Operaciones financieras y de seguro. Actividades relacionadas con la banca, la financiación y los seguros.

Como has visto, no todos los productos llevan IVA. Y entre los productos que llevan IVA, no todos llevan el mismo tipo de IVA. Esto es debido a que existen bienes y servicios que son básicos para la vida de las personas, y no sería lógico pagar más por ellos.

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