Contabilidad doméstica: todos los secretos para aprender a llevarla

Contabilidad doméstica: todos los secretos para aprender a llevarla

5 Minutos de lectura | 06 Agosto 2024

No importa si vives solo, en pareja o en familia, llevar la contabilidad doméstica se puede convertir en un auténtico caos si no sigues las pautas adecuadas. Gestionar las cuentas de la casa es fundamental para controlar todos los gastos, que no suelen ser pocos, y mantener así un equilibrio económico.

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Contabilidad doméstica: la clave es el presupuesto familiar

Si cuando llega fin de mes te ves en la tesitura de no tener dinero para hacer frente a ciertos gastos, es señal de que no estás organizando bien la contabilidad doméstica.

Una buena forma de arreglar este problema es  elaborar un presupuesto familiar. En él deben constar los ingresos que tiene tu hogar mensualmente y los gastos fijos que hay que atender: hipoteca, luz, alimentación, colegio, etc.

No tardarás más de unos minutos y podrás comprobar rápidamente en qué se está yendo el dinero y empezar a buscar alternativas de ahorro.

Controla tus gastos: el método Kakebo

Si hay un método que ha resultado efectivo para gestionar la contabilidad en el hogar y tener controlados los gastos diarios, este es, sin duda, el método japonés Kakebo. Se trata de anotar tus gastos del día a día, clasificados según si son:

  • Gastos fijos. Luz o transporte.
  • Gastos en ocio. Compras, restaurantes, etc.
  • Gastos en cultura. Cine, libros, música y similares.
  • Gastos extra. Una avería en el coche o la compra de un regalo.

Apuntando cada día en qué gastas el dinero, a final de mes tendrás un esquema bastante claro de cómo estás gestionando lo que tienes. Verlo tan claro te ayudará a saber en qué partidas puedes restar para conseguir ahorrar.

Revisa tus gastos mes a mes

Organizar la economía doméstica es algo que lleva tiempo. Cuantos más datos tengas mejores decisiones vas a poder tomar, así que no está de más que revises los gastos mes a mes. 

Fíjate un día para examinar bien las cuentas bancarias y asegurarte de que todo está en orden. Así, si se ha producido algún error o fraude, puedes actuar cuanto antes. Si todo es correcto, revisando tus gastos de forma más detenida puedes valorar si de verdad estás gastando tu dinero de la mejor forma posible o si, por el contrario, sigues dedicando demasiado a cosas que realmente no necesitas.

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Herramientas para controlar la economía familiar

Hoy en día tienes a tu disposición diversas herramientas digitales, de manejo sencillo, que te ayudarán a llevar la contabilidad doméstica. 

Control de la contabilidad doméstica con aplicaciones

  • Fintonic es una de las apps más populares. Se sincroniza con tus cuentas y engloba tus gastos por categoría. Así puedes poner en práctica el método Kakebo de forma más rápida y sencilla.
  • Toshl Finance es una aplicación similar. Su punto fuerte es que puedes crear tus propios presupuestos para evitar acabar gastando más de lo debido.
  • MoneyWiz tiene la ventaja añadida de ayudarte a prever situaciones de riesgo para tu economía y a tomar medidas para evitarlas.

Control de la contabilidad doméstica con Excel

A veces la herramienta más sencilla es la que tienes más a mano, y Excel ha demostrado ser un excelente gestor de la contabilidad doméstica.

Con él puedes crear hojas de cálculo para elaborar tus presupuestos y así mantener controlados los gastos. También te permite convertir tus datos en gráficas y hacer una comparación casi instantánea de diferentes períodos de tiempo. 

Plantéate una meta de ahorro con objetivos específicos

El objetivo de llevar la contabilidad de tu hogar es sanear tu situación financiera, que no llegues a final de mes esperando el momento de cobrar la nómina como si tu vida dependiera de ello.

Si organizas bien la economía familiar deberías tener recursos suficientes incluso para ahorrar, aunque sea un poco.

La mejor forma de ahorrar es marcarse un objetivo. No te lo plantees como “voy a ahorrar lo que pueda”, fíjate una meta: “voy a ahorrar X dinero al mes”.

Si tienes un objetivo claro, trabajar para conseguirlo te costará mucho menos. La técnica del págate a ti mismo, que consiste en guardar cada mes lo que quieres ahorrar antes de atender al resto de gastos, es una de las mejores opciones para conseguir tu objetivo de ahorro.

La importancia del fondo de emergencia

Cuando tienes dinero para todos los gastos habituales, e incluso ahorras, no debes olvidar que existen gastos extra, que llegan sin esperarlos. Como la boda de ese primo segundo del que ni te acordabas (a Pepe Promedio también le ha pasado) o una avería del coche.

Para hacer frente a ese tipo de gastos deberías contar con un fondo de emergencia. Calcula cuál sería la cantidad media que necesitas para hacer frente a imprevistos, ahórrala e inviértela en algún producto que te dé rentabilidad sin reducir tu liquidez. Así, cuando necesites el dinero, lo tendrás disponible. Es más, si tu inversión ha sido rentable, tendrás más del que esperabas.

Gestiona tu economía familiar y gana en tranquilidad

No es necesario que tengas conocimientos en administración y contabilidad, siempre puedes aprender sobre gestión financiera.  Hacer bien la contabilidad doméstica te permitirá poder atender a todos tus gastos con facilidad y cumplir tus objetivos de ahorro a corto, medio y largo plazo.

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Mi nombre es Luis y mi libertad financiera es de 14 años. Es decir, si mañana dejase mi empleo, podría mantener el mismo nivel de vida sin trabajar hasta 2038.

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