Terminar el mes con un saldo positivo en las cuentas familiares puede parecer una utopía para muchas familias. La Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE), ha puesto de manifiesto que a finales de 2020 un 21% de la población española estaba en riesgo de pobreza o exclusión social debido a su bajo nivel de ingresos. Y la situación no ha mejorado desde entonces, más bien al contrario, debido a lo que han subido los precios de los productos más básicos a consecuencia de los elevados niveles de inflación que sufre la economía a nivel mundial. A la luz de estos datos, no es de extrañar que la expresión «no llego a fin de mes» la escuchemos más de lo que nos gustaría.
Los bajos sueldos y los gastos que se deben afrontar cada día hacen que la meta de llegar a fin de mes sea difícil de alcanzar para muchas personas. Sin embargo, no es imposible.
Si tienes ingresos fijos puedes ahorrar y terminar el mes con un saldo positivo en tu cuenta. No es una tarea sencilla pero, si planificas bien tu economía doméstica, llevas un nivel de vida adecuado a tus ingresos y sigues las recomendaciones que te proponemos en este artículo, puedes lograr afrontar con solvencia cada mes y ¡ahorrar!
Sí, has leído bien. Para llegar a fin de mes debes planificar tu economía doméstica y poner en práctica algunos de los consejos que te compartimos a continuación.
Para llevar al día tu contabilidad doméstica es imprescindible controlar todos tus gastos. Solo así lograrás mantener un equilibrio financiero. Para tener esos datos a mano y controlar lo que haces con tus ingresos, lo mejor es elaborar un presupuesto familiar.
Con un solo vistazo puedes saber dónde se va tu dinero y puedes decidir alternativas de ahorro y cómo economizar tus gastos. El objetivo de tu presupuesto familiar es llegar a fin de mes con solvencia.
A pesar de que los gastos del hogar son imprescindibles para el día a día, si estableces un plan de ahorro doméstico y lo sigues al pie de la letra puedes ahorrar. A veces no necesitas más que poner en práctica algunos trucos, como apagar las luces de las habitaciones en las que no haya nadie, o cerrar el grifo del agua mientras te lavas los dientes.
Si eres una persona a la que le cuesta ahorrar y conoces de sobra todos estos trucos pero nunca los pones en práctica, plantéatelo como un juego en el que puede participar toda la familia. Pepe Promedio lo ha hecho y los resultados han sido espectaculares.
Revisa bien las facturas y propón metas. Por ejemplo, si la factura de agua que sueles pagar ronda los 60 €, plantéate como reto para el mes siguiente bajarla hasta 55 €. Y lo mismo con la compra de comida, la luz, etc.
Si a final de mes habéis conseguido el objetivo, podéis recompensaros haciendo en casa esa deliciosa tarta que tanto os gusta o planeando alguna actividad especial (y económica).
Ese dinero que habéis ahorrado, por poquito que sea, ponlo en una cuenta bancaria que vas a dedicar solo al ahorro.
En la vida se nos presentan situaciones con las que no contábamos (una avería en casa, una emergencia médica…). Para evitar tener que pedir un crédito con el que poder hacer frente a los imprevistos, lo mejor es tener un fondo de emergencia al que aportes mes a mes una cantidad fija.
Quizás te venga a la cabeza una pregunta recurrente: ¿cómo ahorrar para una emergencia si no llego a fin de mes? Obviamente todo ahorro debes establecerlo en base a tus posibilidades y reflejarlo en tu presupuesto doméstico.
Para saber cuánto debes tratar de ahorrar y mantener en tu fondo de emergencia, lo recomendable es alcanzar una cantidad equivalente a entre 3 y 6 meses de tus gastos corrientes. Por lo tanto, si tienes un trabajo estable y gastas unos 1000 euros al mes, tu fondo de emergencia ideal se situaría entre los 3000 y los 6000 euros. Esto no quiere decir que debas ahorrar esa cantidad de golpe. Puedes ahorrar mes a mes hasta alcanzar tu objetivo.
Una de las claves para lograr la libertad financiera son los ingresos pasivos. Aunque requieren de un gran esfuerzo inicial, una vez que logras establecer un sistema de ingresos pasivos tu esfuerzo se reduce al mínimo.
Se trata de aquellos que generan dinero sin que aportes trabajo, al menos no de forma continua. Por ejemplo, puedes probar con el marketing de afiliados en internet, monetizar un blog o vender cursos o servicios pasivos en línea.
Es normal que te endeudes para hacer frente a los gastos. La gran mayoría de familias cuentan con una hipoteca y un préstamo para comprar un coche o para sufragar un imprevisto que se presentó en el peor momento posible. El problema es que acumular préstamos implica que las deudas se llevan gran parte de los ingresos.
Una solución para esta situación es reunificar la deuda. Se trata de unir todas tus deudas en un único préstamo de forma que la cuota sea una sola e inferior a la cantidad que estás pagando ahora. Recuerda que para llevarlo a cabo es necesario disponer de una propiedad inmobiliaria.
Es posible que entre tus deudas haya algunas que tengan un interés más elevado que el resto. Por ejemplo, las de la tarjeta de crédito. Sin que seas realmente consciente de ello, este tipo de deudas se están “comiendo” una buena parte de tu presupuesto mensual.
Conviértelas en tu prioridad. Haz todo lo posible para cancelarlas lo antes posible y en cuanto lo logres comprobarás que tienes más dinero disponible que puedes destinar al ahorro y posterior inversión.
Para evaluar la salud de tu economía puedes contar con la ayuda de tu asesor financiero. Si todavía no cuentas con los servicios de uno, puedes probar una herramienta de diagnósticos totalmente gratis siguiendo este enlace. Gracias al Análisis de Necesidades Financieras (ANF) puedes obtener un informe de tu situación actual y proyectarla hacia el futuro.
¿Has oído hablar de Fintonic, Toshl Finance o MoneyWiz? Son aplicaciones que puedes descargar en el teléfono móvil y vincular a tus cuentas bancarias de manera que te permitan analizar tus gastos.
Pero, con frecuencia, un simple Excel puede ser una excelente herramienta para elaborar un presupuesto familiar y llevar al día tus gastos e ingresos.
“No llego a fin de mes” es un pensamiento que puede desencadenar estrés y ansiedad. Para lograr mejorar tu situación económica, el primer paso es tener una mentalidad más positiva. Esto no va a multiplicar milagrosamente tus recursos, pero sí cambiará de forma notable la forma en la que te enfrentas a la situación que estás viviendo y el proceso de toma de decisiones de carácter financiero.
Afronta el ahorro y las medidas de ajuste como un reto personal, y celebra los pequeños logros que vayas consiguiendo. Si te mantienes optimista estarás más comprometido con lo que estás haciendo y avanzarás poco a poco hacia tu meta.
Si pones en práctica los consejos recopilados en este artículo te aseguramos que empezarás a notar mejoría en tu economía poco a poco. Ten en cuenta que adquirir hábitos será la clave para controlar y mejorar tus finanzas. No es una labor sencilla, pero el esfuerzo merece la pena. Si eres constante, llegará un momento en que apliques todos los consejos casi sin darte cuenta y te olvidarás de la frase “no llego a fin de mes”. ¡La libertad financiera está en tu mano! ¿Necesitas ayuda para sacarle el máximo partido a tus recursos económicos aunque sean escasos? Ni lo dudes, ponte en manos de un educador financiero.
Queremos explicarte el caso de Luis Pita...
Mi nombre es Luis y mi libertad financiera es de 14 años. Es decir, si mañana dejase mi empleo, podría mantener el mismo nivel de vida sin trabajar hasta 2038.
Soy autor del best seller “Ten peor coche que tu vecino” y me has visto enseñando ahorro y finanzas personales en TVE, Telecinco, Cuatro, La 2, Telemadrid y las principales radios.
Si quieres disfrutar de tanta libertad financiera como yo, te interesa este curso gratuito: