En la cultura asiática es muy normal obtener financiación a través de amigos y familiares, pero en Europa no es muy habitual prestarse dinero entre particulares. Suele ser más normal que cuando alguien necesita financiación acuda a una entidad bancaria. Quizá por ello nos plantee tantas dudas el hecho de prestar dinero a un particular que puede ser un amigo o un familiar.
Veamos qué pasos hay que dar para que ese préstamo sea totalmente legal y no te pueda causar ningún problema.
Esta es la duda que tiene mucha gente. Incluso Pepe Promedio se lo preguntaba cuando su cuñado se ofreció a dejarle el dinero que necesitaba para comprar un vehículo.
Lo cierto es que sí, la ley permite el préstamo de dinero entre particulares. Su funcionamiento es exactamente igual que cuando interviene una entidad bancaria. El deudor se compromete a devolver el dinero más los intereses (si los hubiera) en un determinado plazo. Si no lo hace, el acreedor puede iniciar acciones legales para cobrar.
Lo primero que debéis hacer es formalizar el contrato por escrito. No es necesario acudir a un abogado ni elevarlo a escritura pública, aunque ambas cosas se pueden hacer si se desea.
En dicho contrato deben aparecer como mínimo los siguientes datos:
También es recomendable indicar qué pasa si se incumple alguno de los vencimientos del préstamo, es decir, si hay intereses de demora, o cómo se va a reclamar la deuda en caso de impago.
Este documento nos servirá para dos cosas importantes:
Los préstamos entre particulares están exentos de pagar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITP y AJD). Recuerda que el hecho de que una operación esté exenta de pago no significa que no haya que hacer la autoliquidación pese a que esta sea cero. Prestar dinero entre particulares es uno de esos casos, así que tendrás que ir a la oficina de Hacienda correspondiente con el contrato de préstamo para que lo sellen y presentar el formulario oportuno de ITP y AJD.
De esta forma, Hacienda se da por enterada de la operación de préstamo y evitarás problemas.
Debes tener en cuenta que los préstamos entre particulares tienen un tratamiento fiscal distinto a una donación. Por tanto, es importante que se distinga muy bien una operación de otra para que no te sancionen.
Cuando un padre da dinero a sus hijos, o un amigo a otro, sin esperar que este dinero sea devuelto, se trata de una donación y está sujeta al Impuesto de Donaciones. Este impuesto es autonómico y varía mucho de una comunidad a otra, pero en todo caso hay que declararlo y liquidarlo.
Sin embargo, como acabamos de ver, si se trata de un préstamo entre particulares, la operación estaría exenta de impuestos.
Mucho ojo con intentar “colar” una donación como si fuera un préstamo entre particulares a fin de evitar el pago de impuestos. Hacienda está muy atenta a este tipo de operaciones y si se da cuenta del fraude te impondrá una multa.
Cuando hablamos de prestar una cantidad de dinero importante a alguien, es de vital importancia justificar que efectivamente se trata de un préstamo y no de una donación. Para ello, es esencial, realizar todas las transacciones a través de transferencias bancarias a fin de que quede constancia de los diferentes movimientos que pueda acarrear la operación. Además, es recomendable guardar una copia de toda esa documentación.
Si estás en una situación de necesidad económica, y crees que un amigo o familiar te puede prestar el dinero, también debes actuar con precaución.
Asegúrate primero de la cantidad que necesitas y no pidas más de lo debido. Considéralo como si fuera un préstamo hecho por un banco y comprométete a devolverlo lo antes posible. Por otro lado, procura que esta situación no tenga que repetirse más de una vez.
Como último apunte, no podemos obviar el riesgo personal que tiene prestar dinero. Puedes perder la amistad o la relación con esa persona además del dinero que le hayas prestado. Así que te recomendamos que lo pienses bien y, si decides hacerlo, que sigas nuestros consejos y formalices el contrato por escrito y ante Hacienda. Y si lo que quieres es no verte nunca en la tesitura de pedir dinero a un amigo o familiar, empieza a trabajar ya en tus finanzas y reduce al mínimo tu necesidad de financiación externa.
Queremos explicarte el caso de Luis Pita...
Mi nombre es Luis y mi libertad financiera es de 14 años. Es decir, si mañana dejase mi empleo, podría mantener el mismo nivel de vida sin trabajar hasta 2038.
Soy autor del best seller “Ten peor coche que tu vecino” y me has visto enseñando ahorro y finanzas personales en TVE, Telecinco, Cuatro, La 2, Telemadrid y las principales radios.
Si quieres disfrutar de tanta libertad financiera como yo, te interesa este curso gratuito: