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¿En qué consiste un ERTE por productividad?

4 Minutos de lectura | 12 Agosto 2024

Empresas y autónomos pueden pasar por situaciones que les compliquen de forma temporal mantener el nivel de empleo que tienen. Si no quieren despedir, porque saben que con el tiempo acabarán necesitando de nuevo a todos sus trabajadores, lo que pueden hacer es aplicar un ERTE por productividad.

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¿Qué es un ERTE por productividad?

ERTE es el acrónimo de Expediente de Regulación Temporal del Empleo. Se trata de una figura jurídica que permite al empleador suspender de forma temporal el contrato de trabajo y, con ello, las obligaciones de ambas partes. Así, el empleador no tiene que abonar el sueldo de su trabajador, mientras que este no tiene que prestarle sus servicios.

Pero no siempre implica la suspensión del contrato, en algunos casos lo que se hace es reducir la jornada del empleado, ajustando su salario en consecuencia.

Hay dos tipos de expedientes de este tipo, el de fuerza mayor y el de productividad. Del de fuerza mayor hemos visto bastantes ejemplos durante la crisis del coronavirus. Muchas empresas han tenido que suspender de forma temporal los contratos de trabajo de sus empleados porque han tenido su actividad paralizada o casi paralizada.

En cuanto al ERTE por productividad, es el que se produce por causas económicas, organizativas, técnicas o de producción.

Causas que justifican un ERTE por productividad

  • Causas económicas: si la empresa está en pérdidas, prevé tenerlas o si sufre una grave disminución de sus ingresos ordinarios. Se entiende que la disminución es persistente si durante dos trimestres seguidos el nivel de ingresos es inferior al registrado en el mismo período del año anterior.
  • Causas técnicas: si hay cambios en los medios o instrumentos asociados a la producción.
  • Causas organizativas: cuando se producen cambios que afectan a los métodos de trabajo o al modo de organizar la producción.
  • Causas productivas: cuando hay cambios importantes en la demanda de productos o servicios.

Nueva regulación del ERTE ETOP

El ERTE por productividad también es conocido como ETOP, atendiendo a las causas que pueden dar lugar a él. Con la implantación de la reforma laboral, su regulación ha cambiado en algunos aspectos.

Se permite tanto la suspensión total del contrato como la reducción de jornada. El procedimiento se inicia mediante comunicación a la autoridad laboral y apertura de un período de consultas con los representantes legales de los trabajadores, habiéndose reducido los plazos de negociación, que serán ahora de 15 días (7 si es una empresa con menos de 50 trabajadores).

Agotada la vigencia del ERTE, si subsiste la causa que dio lugar a él, se abre un nuevo período de consultas para valorar su prórroga.

¿Qué consecuencias tiene para un trabajador un ERTE por productividad?

La primera consecuencia, que parece que tiene sentido, es valorar no depender de una nómina y pensar en emprender porque quizás tiene sentido buscar fuentes de ingresos adicionales por si falla la primera, esa que no depende tanto de nosotros mismos.

Pero vamos a la afectación “administrativa”:

El trabajador afectado verá reducida su jornada o directamente suspendido su contrato de forma temporal. Durante el tiempo que permanezca en esa situación cobrará una prestación de desempleo abonada por el SEPE.

En caso de que se trate de un ERTE de reducción de jornada, el trabajador percibirá de su empleador la parte correspondiente de salario y el SEPE le abonará otra parte proporcional para completar sus ingresos.

Durante el tiempo que dure el expediente el trabajador sigue cotizando a la Seguridad Social. Lo que no tendrá en ningún caso es derecho a percibir una indemnización, puesto que no se trata de un caso de despido.

Y hay algo en lo que esta situación afectará posiblemente mucho al trabajador:
En situaciones de ERTE, el SEPE se convierte en un segundo pagador. Cuando esto sucede, el límite para la obligación de declarar se reduce a 15.000€ anuales, siempre que los ingresos del segundo y posteriores pagadores superen en total los 1.500 euros.

Lo más normal es que este sea el caso y, por si no lo sabes, al tener dos pagadores diferentes y los del segundo (el SEPE en este caso) superen los 1.500€ se deberá presentar sí o sí la declaración de renta siguiente… cuando quizás con el único ingreso de la nómina no se llegaba al mínimo para tener que presentarla.

El ERTE por productividad puede ponerte en una situación económica complicada. Porque, aunque vas a cobrar una prestación por parte del SEPE, esta siempre será más baja que tu salario. Lo mejor en estos casos es ser tan precavido como Pepe Promedio y pensar siempre en lo que pueda pasar. Si has planificado bien tus finanzas, no tendrás que preocuparte si te ves en este tipo de situación, puesto que sabes que tienes recursos económicos suficientes para mantener tu nivel de vida, aunque temporalmente estés ganando menos dinero.

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