Solo hace falta encender la televisión o leer los periódicos, para darse cuenta de que la viabilidad de las pensiones públicas, es un tema muy delicado al que debemos prestar mucha, mucha atención. Estar atento y ocuparte de ello, te permitirá saber cómo dar solución a un problema que ya tenemos encima de la mesa, quienes nos vayamos a jubilar de aquí en adelante. Ser conscientes, y actuar desde hoy, evitará que se convierta en un problema mañana.
Atender el sistema de pensiones, ya tiene un coste de 171.165 millones de Euros al año, según fuentes oficiales. En noviembre del 2023; hemos gastado 12.101 millones de euros en cubrir esta necesidad; y la tendencia irá en aumento, dado que el baby boom está a las puertas de jubilarse en masa. Esto supone, que muchas más personas van a pasar a depender del sistema público de pensiones. Con semejante panorama, es normal que todos estemos preocupados por nuestro futuro económico y financiero. Pero, ¿y si en lugar de preocuparte, empezaras a trabajar ahora, para no depender solo de una pensión pública, cuando llegue el momento de retirarte del mercado laboral?
Existen muchos instrumentos de ahorro que pueden ser de utilidad, como los Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS). Veamos de qué se trata, y cuál es la fiscalidad de los PIAS, para que valores con la ayuda de uno de nuestros Educadores Financieros de calidad, si son una buena opción para ti.
El Plan Individual de Ahorro Sistemático, es una herramienta, cuya finalidad, es prever y proveer soluciones a nuestros objetivos y necesidades económico-financieras futuras. Te permite ir ahorrando poco a poco, a lo largo del tiempo, y de una forma cómoda y al alcance de todos.
El ahorro a largo plazo complementará la pensión pública, ante la más que presumible merma de ésta en el futuro, dado el escenario que se atisba en el horizonte. Aunque por su flexibilidad también permite contemplar otros horizontes temporales, su vocación, es largoplacista. Por eso; su tributación en forma de renta vitalicia propone mayores ventajas fiscales, para aquellos que mantengan la inversión a lo largo del tiempo. Además, el dinero invertido, irá generando rentabilidad, de modo que cuando llegue el momento de jubilarte, no solo tendrás disponible la cantidad que has ahorrado, sino que también disfrutarás de los rendimientos que este haya podido producir.
Puedes elegir de qué manera quieres disfrutarlo, si lo rescatas en forma de capital (cobras todo de una vez), o si lo vas percibiendo en forma de renta vitalicia (cobras mensualmente), para complementar tu pensión pública.
Como titular del plan individual de ahorro sistemático, puedes realizar aportaciones siempre que quieras, de forma mensual, trimestral, semestral, anual, o incluso una aportación única, con una limitación en las cantidades (8 000 euros al año / 240 000 euros en toda la vida del producto). Aunque lo ideal, es que cuanto más promedies; mejor. Llegado el momento, podrás constituir una renta vitalicia, teniendo en cuenta que para ello, habrán tenido que transcurrir un mínimo de cinco años a contar desde la primera aportación.
Se trata, como su nombre indica, de un producto individual, por lo tanto, de un solo titular. Puedes contratar más de un producto de ahorro de este tipo, siempre y cuando, tengas 18 años, y la suma de todos ellos, no superen (como indicaba más arriba) los límites de aportaciones establecidos (8.000 €/año y 240.000 € en toda la vigencia del producto). También es posible, traspasar los fondos de un PIAS a otro distinto si así lo deseas, sin necesidad de tributar por ello.
Esta fórmula de ahorro te permite acumular capital y obtener rentabilidad, por lo que es ideal incluso para los más jóvenes. De hecho, cuanto antes empieces a ahorrar más disfrutarás de los beneficios del largo plazo sobre tu dinero, por el efecto del tiempo y el interés compuesto, trabajando codo con codo.
Es una buena alternativa para ti, e incluso para tus hijos, porque puedes empezar a ahorrar por ellos, (como hace Pepe Promedio y su familia). De esta forma, cuando lleguen a la edad adulta, tendrán un buen colchón económico sobre el que seguir trabajando de cara a su jubilación, y lo más importante, tendrán los saludables y necesarios hábitos financieros para hacerlo.
Ahorradores indisciplinados: las personas que tienen dificultades para ahorrar de forma consistente pueden beneficiarse de un PIAS, ya que les facilita el poder hacer contribuciones asequibles y regulares, facilitando así; el desarrollo de la disciplina y la continuidad, características vitales para conseguir los mejores resultados.
Ahorradores a largo plazo: son una excelente opción para aquellos que buscan acumular un capital a largo plazo. El dinero invertido en un PIAS crece con el tiempo, lo que puede ser beneficioso para alcanzar objetivos a largo plazo, como una jubilación tranquila, o incluso tener la posibilidad de anticipar la edad de jubilación.
Inversores principiantes: los PIAS son una opción fácil y sencilla para aquellos que quieren invertir, pero no tienen mucha experiencia en el mercado de valores. Están gestionados por profesionales, lo que reduce la necesidad de investigar y analizar las opciones de inversión.
Personas con ingresos irregulares: si tienes ingresos irregulares, un PIAS puede ayudarte a ahorrar una cantidad constante cada mes.
Los planes individuales de ahorro sistemático y los planes de pensiones son dos productos financieros distintos.
Un Plan de Pensiones goza de un mayor beneficio fiscal en el corto plazo, por la reducción en el IRPF de las aportaciones realizadas, ya que éstas, se restan de la base imponible, y a menor base, menor tributación. Pero no es menos importante también, informarse de cómo tributará un plan de pensiones en el futuro, para tener claro cuál será el impacto fiscal en el momento del rescate, pues la cantidad rescatada se sumará a la base imponible, y esto puede hacer que el peaje fiscal sea mayor, en función de la opción de rescate elegida, y de la comunidad autónoma donde se tribute. No obstante, lo mejor es contar con un profesional de confianza, que te ayude a valorar todas estas cuestiones, en función de tus circunstancias y tus necesidades.
Respecto a la fiscalidad de los PIAS, las aportaciones periódicas realizadas no dan lugar a deducción en el IRPF (como pasa en el caso de los planes de pensiones). Sin embargo, en caso de rescate total o parcial, solo tributarás por el beneficio generado, (como veremos en el siguiente párrafo). En el caso de que; transcurridos 5 años desde la primera aportación, se decida constituir una renta vitalicia, tendrá una mayor ventaja fiscal; ya que solo tendrás que tributar por una parte de esa renta que vas a percibir periódicamente. El tipo aplicable, variará según la edad que tengas en el momento de empezar a disfrutar de esa renta, como vamos a ver ahora.
Si rescatas el dinero una vez transcurridos 5 años desde la primera aportación, y lo cobras en forma de renta vitalicia, tributarás un 40% si eres menor de 40 años. Este porcentaje va disminuyendo progresivamente. Si en el momento del rescate en forma de renta vitalicia has superado los 70 años, solo pagarás un 8%.
En este caso; bien sea un rescate parcial o total, deberás tributar por la cantidad rescatada en la base del ahorro a modo de ganancias y pérdidas patrimoniales, derivadas de compra-venta. Pagarás un 19% hasta 6.000 euros de beneficio, un 21% si el beneficio oscila entre 6.001 y 50.000 euros; y un 23% cuando el beneficio exceda de 50.000 euros, entre 200.000,01 y 300.000 euros, el 27%, y más de 300.000 el 28%, en concepto de rendimientos del capital mobiliario.
Además, no hay que perder de vista que los productos de ahorro y los intereses que generan están sujetos al Impuesto sobre el Patrimonio. Lo que ocurre es que solo están obligados a pagarlo, aquellos contribuyentes cuya base liquidable supere los 700 000 euros (esta cifra puede variar según la Comunidad Autónoma), excluyendo el valor de la vivienda habitual.
En muchísimas ocasiones, las personas que piensan en el corto plazo, eligen un plan de pensiones dejándose llevar por lo atractivo de la deducción en el IRPF de las cuotas que pagan hoy, mientras constituyen su ahorro. Sin embargo, voy a insistir en que es igual, o más importante, analizar la fiscalidad futura, cuando se produzca el rescate de ese ahorro.
No son pocos los casos de clientes que cuando se jubilan y quieren cobrar su plan de pensiones, se llevan la sorpresa de que tienen que pagar a Hacienda importes muy elevados. Por eso, te recomendamos que te asesores muy bien antes de contratar cualquier producto de ahorro a largo plazo, para no llevarte sobresaltos indeseados cuando llegue el momento de recuperar tu dinero.
En caso de fallecimiento del titular. Encaso de fallecimiento del titular, tributará por el ISD (Impuesto de Sucesiones y Donaciones). Recordar, que este impuesto tributa de forma distinta, dependiendo de la comunidad autónoma donde tengas tu domicilio fiscal.
En Grupo Barymont, ponemos a tu disposición un servicio de asesoramiento gratuito, que puede ayudarte a despejar dudas sobre la fiscalidad de los PIAS, y sobre otros aspectos relacionados con tus finanzas.
Queremos explicarte el caso de Luis Pita...
Mi nombre es Luis y mi libertad financiera es de 14 años. Es decir, si mañana dejase mi empleo, podría mantener el mismo nivel de vida sin trabajar hasta 2038.
Soy autor del best seller “Ten peor coche que tu vecino” y me has visto enseñando ahorro y finanzas personales en TVE, Telecinco, Cuatro, La 2, Telemadrid y las principales radios.
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