El grado de liquidez del negocio es uno de los factores que le quita el sueño a los directivos de pequeñas y medianas empresas. Es una preocupación normal, pues la falta de dinero líquido para hacer frente a las obligaciones es la primera causa de desaparición de muchas empresas españolas. Para conocer el grado de liquidez de tu empresa o negocio, lo mejor es calcular el fondo de maniobra.
¿No sabes cómo hacerlo? Entonces presta atención, cuando acabes de leer este artículo este ratio financiero no tendrá secretos para ti.
En el ámbito de la gestión financiera nos referimos al fondo de maniobra como todos aquellos recursos financieros a largo plazo que la empresa necesita para operar en el corto plazo. En otras palabras, mide la capacidad de una compañía para continuar con el desarrollo de su actividad.
Para definir de forma precisa el fondo de maniobra, diremos que es un ratio que nos sirve de referencia para establecer el desarrollo de la buena salud financiera de un negocio.
Así, calcular el fondo de maniobra se convierte en un imprescindible para tener el control contable de la empresa y mantener una gestión financiera adecuada que garantice un futuro halagüeño a largo plazo.
Imagina que tu empresa disfruta de una financiación básica suficiente para hacer frente a sus obligaciones a corto y largo plazo. Esto quiere decir que tu empresa dispone de un fondo de maniobra.
Será capaz de generar una corriente de cobros suficiente para atender a sus obligaciones y todavía le quedará margen para hacer frente a pagos con los que no contaba en un inicio. Pero no solo los imprevistos pueden solventarse si la empresa dispone de fondo de maniobra; también podrá afrontar mejor aquellos periodos en los que las ventas crezcan más lentamente.
Imagina que antes de iniciar un proyecto de inversión necesitas financiación de un tercero. Gracias a la liquidez que ofrece el fondo de maniobra, será más sencillo acceder a ese dinero que te hace falta.
Los socios de la empresa también tendrán más confianza y los proveedores de financiación externa obtendrán una garantía extra de que su dinero será devuelto. Es decir, la probabilidad de impago es menor.
Lo primero que tienes que saber es cuál es el activo corriente y cuál es el pasivo corriente:
Con estos datos y la fórmula para calcular el fondo de maniobra, ya puedes calcular tu liquidez. Esta es la fórmula:
Fondo de maniobra = activo corriente – pasivo corriente
En función del resultado habrá tres interpretaciones diferentes:
En sus años como emprendedor, Pepe ha descubierto que existe también un fondo de maniobra necesario que será diferente en cada empresa. Se trata de aquel que permite pagar fácilmente las deudas que vencen a corto plazo y también afrontar los imprevistos, pero que no da lugar a una liquidez sobredimensionada que implique un desaprovechamiento de los recursos propios.
Para alcanzar ese fondo necesario o de equilibrio al que acabamos de hacer referencia, hay que aprender a gestionar correctamente los fondos positivos y negativos.
En este caso se produce un remanente de liquidez, la empresa tiene cubiertos los gastos a corto plazo con los propios recursos que genera con su actividad. No obstante, no hay que confiarse porque un fondo de maniobra muy alto puede implicar gastos de mantenimiento de las existencias. Además, puede darse una situación en la que se estén reteniendo recursos que podrían emplearse en potenciar la actividad de la empresa.
Es muy importante que controles las partidas principales. Podría darse el caso de que tu empresa necesite un fondo de maniobra más alto que la media, por ejemplo para invertir más en sus existencias.
Por lo general un resultado negativo indica problemas para afrontar las obligaciones de pago. En este caso, la empresa debe recurrir a los activos fijos para dar respuesta a las deudas inmediatas.
A pesar de que haya empresas que por tener liquidez suficiente pueden permitirse un fondo de maniobra negativo, no es una buena situación para la mayoría. Se debe actuar para evitar que la situación empeore, por ejemplo:
De cualquier forma, procura que la situación delicada no se perpetúe en el tiempo. Calcula el fondo de maniobra y emplea otros mecanismos de control para anticiparte a los problemas y corregir los posibles errores.
Para motivar que tu fondo de maniobra deje de ser negativo, puedes poner en práctica alguna de estas soluciones:
Conviene que dediques un tiempo para reflexionar sobre tu modelo de negocio. Te proponemos recopilar los datos de tus fondos de maniobra de los últimos años. Si es en su mayoría positivo, no tienes de qué preocuparte. Pero si la mayoría es negativo, tienes que buscar fórmulas para mejorarlo.
Existen alternativas a las clásicas entidades de financiación, por ejemplo:
Existen varios mitos o creencias alrededor del fondo de maniobra, tendemos a pensar que un resultado positivo es bueno y uno negativo lo contrario. Pero, ¿y si no es del todo así en todas las situaciones? Desmontamos algunos mitos:
Especialmente con las grandes empresas que pueden vender sus productos al contado y pueden negociar con sus proveedores plazos de pago más largos. En ese caso el activo circulante es menor que el pasivo circulante, pero difícilmente tendrán dificultades en tesorería gracias a su gran cantidad de efectivo
Como has podido comprobar al leer el artículo, el fondo de maniobra es una herramienta clave para conocer la situación de liquidez de una empresa. Sin embargo, esta no es la única forma de hacerlo. Tienes a tu disposición todos los mecanismos de control para generar información con la que puedas anticipar los problemas y corregir las estimaciones que más te preocupen.
Por supuesto, los indicadores financieros deben conocerse y controlarse y, tú, como responsable de tu propio negocio, debes entender todos estos conceptos. Por suerte, existen profesionales que alivian esta carga de trabajo que tiene que ver con tu empresa, para que te puedas dedicar por completo a los asuntos de producción. Así, los asesores financieros y laborales pueden ofrecerte todo su conocimiento para llevar al día el funcionamiento financiero del negocio.
Queremos explicarte el caso de Luis Pita...
Mi nombre es Luis y mi libertad financiera es de 14 años. Es decir, si mañana dejase mi empleo, podría mantener el mismo nivel de vida sin trabajar hasta 2038.
Soy autor del best seller “Ten peor coche que tu vecino” y me has visto enseñando ahorro y finanzas personales en TVE, Telecinco, Cuatro, La 2, Telemadrid y las principales radios.
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