Felipe Nicolau tenía una hipoteca con Banco Popular y al pedir una ampliación no se le concedió. Buscó otro banco donde pudiera ampliarla y encontró que NovaGalicia si se la concedía pero con una serie de condiciones: una entrada para cuadrar cifras, pagar 5 años de adelanto del seguro de vida y realizar una pignoración de 10.000 euros. "No conocía el término pignorar". Le explicaron que era una protección por si tenía algún problema de carácter laboral o enfermedad, tener ese dinero disponible para ir cubriendo su hipoteca. "¿Van a abrirme una cuenta paralela?" "No, simplemente el banco lo retiene por si alguna vez lo necesita", asegura que le explicaron. Felipe habló con un compañero que le dijo que lo de la pignoración tenía que quedar escriturado ante notario, pero al firmar su ampliación de hipoteca, el notario le habló de una serie de puntos en los que no iban a entrar en detalle y supuso que la pignoración estaría entre ellos, al no mencionarla. Esto fue lo primero que le llamó la atención, pero no lo último, ni lo que más. Un día revisando su cuenta bancaria por Internet se sorprendió al ver un apartado relacionado con productos en bolsa, y descubrió que esos 10.000 euros estaban en realidad invertidos en participaciones preferentes. 'Utilizaron fraudulentamente mi ampliación para hacer una inversión' "Me han quitado una parte de mi capital para invertirlo en un fondo de preferentes y me lo vendieron bajo otro nombre", explica. "¿Me van a hacer creer que yo quería invertir 10.000 euros en un producto tan variable cuando necesitaba una ampliación brutal de mi hipoteca de 300.000 a 700.000 euros porque no tenía como pagar?, pregunta ahora al banco cada vez que va a pedir explicaciones. 'Vieron un negocio conmigo' "Vieron un negocio conmigo. Utilizaron fraudulentamente mi ampliación para hacer una inversión", cuenta el afectado. "Han sido tres años muy malos. Cada cierto tiempo hay fluctuaciones muy grandes en lo invertido y ahora mismo mis preferentes valen muchísimo menos, y ni siquiera lo puedo sacar", lamenta. Soy médico y mantengo mi trabajo, por suerte no me encuentro en la peor situación, pero no deja de agobiarme". Ha pedido en varias ocasiones las escrituras de su hipoteca, pero aún no se las han dado, y asegura que le dicen que ya se los enviarán. Según Felipe se escudan en que han cerrado seis de las ocho sucursales que NovaGalicia tenía en Mallorca, ha habido muchos cambios, como el del nombre, (ahora se llaman Evo) y tienen mucho papeleo. Pero no son las escrituras lo único que asegura que no le dan. Tampoco explicaciones cuando he ido a reclamar. "Me dicen que tenía que saber lo que firmaba. Y si lo he firmado, no lo sé. Había tantas condiciones que no sé si esta estará. Por eso quiero ver los papeles", dice. Además, asegura que cuando les habla de la pignoración "le bajan la cabeza". "Dicen que no saben si fue así, que no tienen constancia". Me gustaría hablar con la persona que me vendió la pignoración, pero ya no está. Era un señor muy peculiar que siempre iba por las casas y las empresas vendiendo cosas y ahora dicen que está de baja". Lo mismo que ya les ha ocurrido a otros afectados en diferentes bancos con los encargados que vendieron preferentes. Desde NovaGalicia confirman los cambios de empleados en las oficinas, bien por "la presión, insultos o amenazas que sufrían de manifestantes de preferentes, o como consecuencia de la reestructuración que está realizando la entidad desde hace un año". Felipe cree que en dos o tres años los bancos piensan que encontrarán una solución, aunque ahora denuncia la "opacidad brutal" que hay en las entidades. "Están pensando en compensar con otros productos, pero dicen que están esperando resoluciones de altas instancias: de Bruselas y de altos directivos". Él por su parte, está preparando una demanda por vía judicial. La solución de Novagalicia es acogerse al arbitraje. La entidad gallega es la primera y única entidad europea que tiene autorización para resolver estos casos por esta vía, que equivale a una sentencia firme pero más rápida y gratuita para el demandante. Desde agosto, 30.000 clientes (de un total de 43.000 afectados por las antiguas cajas gallegas) ya han presentado reclamación contra Novagalicia para que les sea devuelto su dinero. Hasta ahora se han detectado 7.000 casos con defectos de comercialización a clientes y se ha aceptado ir al arbitraje. De ellos, 2.200 clientes ya han pasado por las vistas arbitrales en las que el banco ha sido condenado, y les ha devuelto el importe íntegro de su ahorro. Fuente: elmundo.es