La inflación es un tema del que oímos hablar con mucha frecuencia últimamente, y todos hemos descubierto los efectos nocivos que puede tener sobre nuestra economía una subida descontrolada de la misma. También sabemos ahora que la tradicional no es el único tipo, y que la inflación subyacente es todavía más complicada de regular pero, ¿de qué se trata exactamente?
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Qué es la inflación subyacente: concepto
La inflación tradicional mide la evolución de los precios a partir de un listado muy amplio que tiene en cuenta tanto los productos básicos que conforman la lista de la compra como los servicios más consumidos: la luz, el gas, combustibles, etc.
El concepto de inflación subyacente nació en la década de los 70 del siglo pasado. La crisis energética que se vivía en aquel momento hacía necesario poder identificar las variaciones en los precios dejando fuera los componentes más volátiles. Es decir, las energías y los alimentos no elaborados (frutas, verduras…)
Es un indicador de mayor precisión que la inflación al estilo tradicional, porque nos muestra los cambios generados en los precios a corto y medio plazo. Al dejar fuera aquellos productos y servicios cuyo precio es más volátil, el cálculo de la subida de los precios resulta más exacto y menos errático.
Diferencia entre inflación subyacente y tradicional
- La inflación tradicional tiene en cuenta la evolución de los precios a nivel general, incluyendo productos básicos y servicios. La inflación subyacente excluye la energía y los alimentos no elaborados.
- La inflación tradicional mide la evolución de los precios a largo plazo. La subyacente se centra a corto plazo, o medio, comparando un mes o un trimestre con otro.
¿Por qué se emplea la inflación subyacente?
En los años 70 se produjo una crisis del petróleo que afectó a todos los mercados, así que se hizo necesario poder conocer el índice de crecimiento que estaban teniendo los precios dejando a un lado los devenires en el precio del petróleo.
Ahora estamos en un momento similar, puesto que el conflicto entre Rusia y Ucrania ha generado una crisis energética. De ahí la necesidad de calcular la inflación subyacente, para poder ver cómo se están comportando los precios al margen de las subidas y bajadas constantes en los precios del petróleo. Así, los países pueden conocer la evolución real de sus precios sin la injerencia en ellos de eventos que son coyunturales y transitorios.
La importancia de bajar la inflación
La bajada de la inflación (tradicional y subyacente) es uno de los objetivos de los principales organismos económicos a nivel internacional. La meta es volver a las tasas medias del 2%, pero esto podría tardar todavía unos cuantos meses.
Los expertos creen que la inflación irá bajando poco a poco, aunque quizá la subyacente lo haga de una forma más lenta. A nivel europeo, se cree que no volveremos a estar en una situación de equilibrio hasta la primavera o verano de 2024.
Para los ciudadanos, es esencial la moderación de la inflación, porque cuanto más sube esta más poder adquisitivo se pierde. Pepe Promedio ha recuperado un ticket de la compra de 2021 y se ha dado cuenta que en esa época podía comprar muchas más cosas en el supermercado con 50 euros de las que compra ahora, y seguro que tú también lo has percibido.
Moderar la inflación es algo complicado que no está en nuestra mano. Lo que sí está en tu mano es tomar medidas para que esta no se “coma” tus ahorros. Si quieres sacarle más partido a tu dinero, déjate asesorar por expertos y empieza ya a tomar medidas.
