Las últimas crisis económicas han implicado la disminución de salarios y el encarecimiento de la vida. Ante estas circunstancias, muchas personas (jóvenes que han optado por no independizarse, mujeres dependientes económicamente…) han quedado bajo el cobijo de algún familiar con ingresos suficientes para cubrir sus gastos. En estos casos se crea una relación de dependencia económica que es mucho más dañina de lo que parece. Te lo contamos.
La dependencia económica es aquella situación en la que una persona no tiene ingresos propios, por lo que necesita que otra sufrague sus gastos. Es un panorama muy habitual, debido a una serie de factores:
Independientemente de los motivos que la provoquen, la dependencia económica es perjudicial para las personas involucradas. Las personas proveedoras pierden tiempo y dinero que podrían dedicar a sí mismas, pero quien se lleva la peor parte es la persona dependiente. Estas son algunas de las consecuencias de la dependencia económica para quien la padece:
La mujer de Pepe Promedio estuvo en paro un tiempo. Como no quería depender económicamente de su marido, estuvo estudiando diferentes alternativas. Ella al final optó por reciclarse profesionalmente y buscar trabajo en un sector en el que nunca lo había intentado, ¡y le funcionó!
Lo primero que hay que hacer para salir de una situación de dependencia económica es tener voluntad de hacerlo. Ser consciente de que las relaciones entre parejas, o entre padres e hijos, son más sanas cuando cada uno es independiente a todos los niveles, incluído el financiero.
Una vez que se es consciente de esta situación, se puede empezar a buscar soluciones: formarse, buscar un nuevo empleo, emprender, buscar alternativas de ingresos pasivos, etc.
Este fenómeno también se da entre países, y vemos ejemplos todos los días. Porque los países en vías de desarrollo dependen de los recursos económicos y técnicos que les remiten otros Estados plenamente desarrollados.
Por ejemplo, muchos países africanos dependen del dinero que les envían otros Estados, para poder construir infraestructuras básicas como canales de abastecimiento de aguas.
La dependencia también se da en el mercado. Por ejemplo, en términos económicos, China es mucho más dependiente económicamente de Estados Unidos, que al contrario. Ahora que ya sabes qué es la dependencia económica y sus consecuencias, si quieres saber cómo superarla, no dudes en echar un vistazo a nuestro artículo sobre independencia económica. ¡Te interesa! Y recuerda que el equipo de Bárymont pone a tu disposición un servicio de asesoramiento gratuito que puede ayudarte a gestionar tu economía, y alcanzar la tan ansiada libertad financiera.
Queremos explicarte el caso de Luis Pita...
Mi nombre es Luis y mi libertad financiera es de 14 años. Es decir, si mañana dejase mi empleo, podría mantener el mismo nivel de vida sin trabajar hasta 2038.
Soy autor del best seller “Ten peor coche que tu vecino” y me has visto enseñando ahorro y finanzas personales en TVE, Telecinco, Cuatro, La 2, Telemadrid y las principales radios.
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