En los últimos años, tener un plan de pensiones privado ha ganado mucho interés entre la población. La problemática de las pensiones públicas y las diversas crisis económicas han puesto de manifiesto que tener un plan B, como un plan de pensiones privado, puede no ser mala idea. En este post te contamos todo lo que debes saber sobre un plan de pensiones privado.
Un plan de pensiones privado es un producto financiero, que cualquier persona puede contratar, y que sirve como un instrumento de ahorro a largo plazo. El titular, o titulares, del plan de pensiones hacen aportaciones periódicas, que no tienen por qué ser fijas, como, por ejemplo, 200€ cada mes. Puede ser que un mes se haga una aportación de 300€, y otro mes la aportación solo sea de 50€.
Estas aportaciones al plan de pensiones privado son gestionadas por una entidad especializada, obteniendo la máxima rentabilidad posible, con el riesgo que haya elegido la persona titular del plan en el momento de contratarlo.
Se trata de ir acumulando un capital durante un tiempo, que ese capital aporte unos beneficios al plan y que, en el futuro, llegada la hora de la jubilación, se tenga un complemento privado a la pensión pública que corresponda.
El titular del plan de pensiones aporta una cantidad periódica o a voluntad en este producto. Con este capital el gestor invierte en busca del máximo rendimiento de este dinero. El cliente va a poder decidir el tipo de inversión que quiere realizar según el riesgo que pueda o desee asumir.
Hay varios tipos de plan de pensiones privado, en función de quien promueve el plan de pensiones.
Este es el plan de pensiones privado más habitual. Es el que contrata cualquier persona en una entidad financiera, que es la que se encarga de gestionar el capital que ingresa su cliente para obtener la rentabilidad, y la que pagará en el futuro, cuando llegue el momento de la jubilación.
El cliente debe decidir si quiere un plan de pensiones privado, conservador (rentabilidad moderada con riesgo bajo), más agresivo (rentabilidad alta con gran riesgo) o uno mixto.
Este tipo de plan de pensiones privado suele promoverlo una agrupación, gremio, sindicato, u otras asociaciones similares, por lo que hay una vinculación directa con un colectivo.
Para acceder a un plan de pensiones privado de este tipo la persona que lo contrata debe estar vinculada con la asociación que lo ofrece. Cada socio hace aportaciones al plan conjunto y es una Comisión de Control quién controla que la entidad financiera proveedora del plan cumpla lo pactado y supervisa el plan a lo largo del tiempo.
Se trata de planes de pensiones privados que ofrecen las empresas a sus trabajadores. En este caso, es la empresa quien hace aportaciones al plan de pensiones privado, en beneficio del trabajador y como parte de su salario mensual.
El trabajador también puede aportar dinero de su propio bolsillo al plan de pensiones privado, aunque esto depende de cómo esté configurado el plan.
Al igual que en el plan asociado, existe una Comisión de Control, formada por representantes de la empresa, de los trabajadores y de los beneficiarios. Esta comisión toma decisiones, como el fondo de pensiones en el que se integrará el plan, además de aprobar las especificaciones del plan y decidir la entidad gestora encargada de la gestión de activos, entre otras muchas.
Un plan de pensiones privado es una herramienta muy interesante para tener un futuro de jubilación tranquilo. Es una manera de ahorrar, para que, en el momento en que te toque jubilarte y disfrutar de la vida sin pensar en el trabajo, tengas un sueldo digno para poder hacerlo.
Queremos explicarte el caso de Luis Pita...
Mi nombre es Luis y mi libertad financiera es de 14 años. Es decir, si mañana dejase mi empleo, podría mantener el mismo nivel de vida sin trabajar hasta 2038.
Soy autor del best seller “Ten peor coche que tu vecino” y me has visto enseñando ahorro y finanzas personales en TVE, Telecinco, Cuatro, La 2, Telemadrid y las principales radios.
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