Estamos ya inmersos en pleno período de presentación del IRPF del ejercicio 2023, y por eso es buen momento para repasar unos conceptos básicos que todos deberíamos conocer. En esta ocasión; te queremos hablar de la ganancia patrimonial, la pérdida patrimonial, y el ITP, un impuesto muy relacionado con estos temas. ¡Vamos a verlo todo en detalle!
Una ganancia o pérdida patrimonial, es una variación en nuestro patrimonio. Se produce, por ejemplo, si incorporamos bienes a nuestro patrimonio (un premio de la lotería, un coche, etc.) o si los sacamos del mismo (un caso típico es la venta de un inmueble).
Para que haya ganancia o pérdida patrimonial, es necesario, que se altere la composición del patrimonio, que dicha alteración haga variar el valor del patrimonio del contribuyente, y que no exista una norma que determine que esa ganancia patrimonial o pérdida, deba tributar como un rendimiento.
Puede surgir la inquietud, sobre cómo saber si tienes ganancia patrimonial. A
Algunos ejemplos comunes, son la venta de bienes inmuebles, como una casa o un terreno, a un precio superior al de su adquisición. También se considera ganancia patrimonial, la venta de acciones, bonos u otros instrumentos financieros a un precio mayor al de su compra.
Son las contraprestaciones o utilidades que se derivan de un bien, de ahí que podamos hablar de rendimientos del capital mobiliario y de rendimientos del capital inmobiliario (como podrían ser las rentas que percibimos por alquilar una vivienda de nuestra propiedad). Son, en definitiva, ganancias que obtenemos pero que no derivan de nuestra actividad económica.
Los ejemplos más frecuentes de rendimientos del capital mobiliario, son los dividendos de acciones, lo obtenido por ser titular de depósitos o cuentas corrientes, y los derivados de seguros de vida o invalidez, y productos estructurados, o fondos de inversión.
En la mayoría de los casos, las ganancias y pérdidas en el patrimonio se producen por transmisiones patrimoniales, y es entonces cuando entra en juego este impuesto.
El Impuesto de Transmisiones Patrimoniales o ITP, tiene mucha relación con la ganancia patrimonial, ya que se paga cuando se adquieren ciertos bienes.
Este impuesto se aplica en caso de transmisiones patrimoniales onerosas en las que no se aplica el IVA. Los casos más típicos son la compraventa de un coche de segunda mano, o de una vivienda usada.
Es importante tener en cuenta que este impuesto también grava las operaciones societarias y los actos jurídicos documentados.
El ITP debe pagarlo siempre el adquirente del bien, que tiene un plazo de 30 días desde la operación de compraventa para efectuar la liquidación. Al ser un impuesto cedido a las Comunidades Autónomas, hay que abonarlo en la delegación de Hacienda que corresponda.
Es recomendable consultar las normativas específicas de la comunidad autónoma en la que se realiza la transmisión, para asegurar el cumplimiento adecuado de los plazos y requisitos particulares de cada región.
Para calcular el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, primero hay que conocer el precio base del bien transmitido. En el caso de coches de segunda mano, el precio base sobre el que se aplicará el porcentaje es el valor venal que publica cada año Hacienda en el BOE. Tratándose de una compraventa de inmueble el precio base es el acordado para la compra.
Al ser un impuesto cedido a las autonomías, el porcentaje de gravamen varía en cada una de ellas, por lo que habrá que atender al lugar en el que se realiza la operación de transmisión, o el lugar en el que está el inmueble.
Ahora ya sabes a qué se refiere el concepto de ganancia patrimonial y, a su vez, las pérdidas y los rendimientos del capital. Y ya has visto que muchas veces el incremento del patrimonio, pasa por tener que pagar el ITP, un impuesto que puede variar según la Comunidad Autónoma en la que debas tributar.
Si aún te quedan dudas sobre estos conceptos, no olvides que la información es poder. Infórmate bien sobre lo que implica cada uno de ellos, y así podrás hacer la declaración de la Renta de la forma que sea más beneficiosa para ti.
No declarar una ganancia patrimonial puede resultar en consecuencias legales y fiscales, como multas, por ejemplo, una de tipo pecuniaria que representa el 150 por ciento del importe de la sanción.
Escrituras, contratos de compraventa y otros documentos que respalden la transmisión del bien o derecho.
Son aquellos bienes que no tengan relación, con el patrimonio declarado por el contribuyente.
Queremos explicarte el caso de Luis Pita...
Mi nombre es Luis y mi libertad financiera es de 14 años. Es decir, si mañana dejase mi empleo, podría mantener el mismo nivel de vida sin trabajar hasta 2038.
Soy autor del best seller “Ten peor coche que tu vecino” y me has visto enseñando ahorro y finanzas personales en TVE, Telecinco, Cuatro, La 2, Telemadrid y las principales radios.
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