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Ganancia patrimonial: concepto fundamental para la declaración de la Renta

Estamos ya inmersos en pleno período de presentación del IRPF del ejercicio 2019 y por eso es buen momento para repasar unos conceptos básicos que todos deberíamos conocer. En esta ocasión te queremos hablar de la ganancia patrimonial, la pérdida patrimonial y el ITP, un impuesto muy relacionado con estos temas. ¡Vamos a verlo todo en detalle!

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¿Qué se considera ganancia o pérdida patrimonial?

Una ganancia o pérdida patrimonial es una variación en nuestro patrimonio. Se produce, por ejemplo, si incorporamos bienes a nuestro patrimonio (un premio de la lotería, un coche, etc.) o si los sacamos del mismo (un caso típico es la venta de un inmueble).

Para que haya ganancia o pérdida patrimonial es necesario que se altere la composición del patrimonio, que dicha alteración haga variar el valor del patrimonio del contribuyente y que no exista una norma que determine que esa ganancia patrimonial o pérdida deba tributar como un rendimiento.

¿Qué son los rendimientos del capital?

Son las contraprestaciones o utilidades que se derivan de un bien, de ahí que podamos hablar de rendimientos del capital mobiliario y de rendimientos del capital inmobiliario (como podrían ser las rentas que percibimos por alquilar una vivienda de nuestra propiedad). Son, en definitiva, ganancias que obtenemos pero que no derivan de nuestra actividad económica.

Los ejemplos más frecuentes de rendimientos del capital mobiliario son los dividendos de acciones, lo obtenido por ser titular de depósitos o cuentas corrientes y los derivados de seguros de vida o invalidez y productos estructurados.

¿Qué es el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales?

En la mayoría de los casos las ganancias y pérdidas en el patrimonio se producen por transmisiones patrimoniales, y es entonces cuando entra en juego este impuesto.

El Impuesto de Transmisiones Patrimoniales o ITP tiene mucha relación con la ganancia patrimonial, ya que se paga cuando se adquieren ciertos bienes. 

Este impuesto se aplica en caso de transmisiones patrimoniales onerosas en las que no se aplica el IVA. Los casos más típicos son la compraventa de un coche de segunda mano o de una vivienda usada.

Es importante tener en cuenta que este impuesto también grava las operaciones societarias y los actos jurídicos documentados.

¿Cómo, cuándo y dónde pagarlo?

El ITP debe pagarlo siempre el adquirente del bien, que tiene un plazo de 30 días desde la operación de compraventa para efectuar la liquidación. Al ser un impuesto cedido a las Comunidades Autónomas hay que abonarlo en la delegación de Hacienda que corresponda.

¿Cómo se calcula el ITP?

Para calcular el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales primero hay que conocer el precio base del bien transmitido. En el caso de coches de segunda mano el precio base sobre el que se aplicará el porcentaje es el valor venal que publica cada año Hacienda en el BOE. Tratándose de una compraventa de inmueble el precio base es el acordado para la compra.

Al ser un impuesto cedido a las autonomías el porcentaje de gravamen varía en cada una de ellas, por lo que habrá que atender al lugar en el que se realiza la operación de transmisión o el lugar en el que está el inmueble.

Ahora ya sabes qué son las ganancias y las pérdidas patrimoniales, así como los rendimientos del capital. Y ya has visto que muchas veces el incremento del patrimonio pasa por tener que pagar el ITP, un impuesto que puede variar según la Comunidad Autónoma en la que debas tributar.

Si aún te quedan dudas sobre estos conceptos, no olvides que la información es poder. Infórmate bien sobre lo que implica cada uno de ellos y así podrás hacer la declaración de la Renta de la forma que sea más beneficiosa para ti.

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