El término coaching surgió como una disciplina para ayudar a las personas en diferentes ámbitos de la vida. Proviene del inglés coach, que significa “entrenador”. Así que rápidamente puedes ver la relación: una persona experta, el entrenador, enseña a otra a lograr unos objetivos. En este sentido, el coaching financiero se centra en las finanzas personales, en cómo llevarlas mejor, para poder ahorrar e invertir.
Sigue en este post y descubre más sobre este concepto tan relacionado con la educación financiera y que nos acerca, inexorablemente, a la libertad financiera.
El coaching financiero es una disciplina en la cual un profesional especializado en economía y finanzas presta unos servicios para que la persona “entrenada” consiga poner en orden sus finanzas y alcance nuevas metas.
Esta figura podría asemejarse a la de asesor financiero, pero el coaching va más allá: quien ejerce de coach se centra en empoderar a la persona para que ella misma pueda tomar sus propias decisiones en el futuro, cambiando sus patrones de comportamiento. Es decir, intenta cambiar cómo maneja su dinero a través del aprendizaje y de la motivación, para que pueda lograr metas mayores en el futuro.
Por tanto, el coach no solo tiene conocimientos financieros, sino que también tiene conocimientos de coaching clásico: sabe motivar, conoce cómo funciona la mente humana, cómo relacionarse, cómo aplicar disciplina...
Tal y como te hemos indicado, el coaching financiero trata de enseñar a cómo desenvolverse en el mundo de las finanzas, más que de ayudar o guiar. El objetivo final es que quien recibe las sesiones de coaching, sea en el futuro una persona (o empresa) que puede tomar sus propias decisiones.
En el mundo de las finanzas, no hay una receta igual para todo el mundo: todo cambia de manera constante. El coaching financiero intentará que la persona entrenada aprenda un método de administración flexible, donde sepa leer la situación del mercado y cómo actuar.
Para poder cumplir con su finalidad, esta disciplina tiene unos rasgos o características esenciales que ayudan a los expertos a conseguir que sus alumnos alcancen sus objetivos:
El proceso arranca siempre identificando las metas financieras que busca quien se somete a la tutorización del coach. Esto puede incluir objetivos a corto, medio y largo plazo.
Es necesario que las personas conozcan su relación con el dinero. Examinando sus creencias, sus valores y sus comportamientos financieros, para tomar conciencia de las variables que les afectan a la hora de tomar decisiones.
El coach financiero trabaja con sus clientes para que estos sean capaces de establecer para ellos mismos un presupuesto que se ajuste a sus necesidades y a sus metas. Abordando de forma integral la gestión de ingresos y de gastos.
Una de sus áreas de actuación es la creación y fortalecimiento de hábitos financieros positivos que fomenten el ahorro regular y la liquidación de deudas hasta acabar con ellas totalmente.
Dado que el ahorro no es suficiente para alcanzar la libertad financiera, el coach también guía a sus alumnos en la comprensión de las diferentes opciones de inversión para que hagan crecer el dinero ahorrado.
Antes de empezar, el “entrenado” debe conocer cuáles son sus bienes y deudas. Así, se analiza:
Con los datos obtenidos, el coach podrá sacar una conclusión sobre el manejo del riesgo que tiene su cliente. Esta es una parte importante en el proceso, ya que así pondrá en funcionamiento un plan para hacer frente a los riesgos y tener una cobertura por si llegan imprevistos.
Es clave establecer unas metas reales de lo que puede conseguir el cliente, como podrían ser la adquisición de una vivienda o conseguir un plan de jubilación.
Se deben establecer ciertas estrategias para alcanzar las metas impuestas en el anterior punto.
La economía de una persona puede cambiar de un día para otro, tanto para bien, por una subida de sueldo, por ejemplo, como para mal, como podría ser algún gasto imprevisto. Un buen plan debe tener en cuenta estos imprevistos para poder ser modificado según las circunstancias.
Estos bien podrían ser los pasos que siga un asesor financiero. La diferencia es que, en el coaching financiero, el cliente participa en todos los puntos, por lo que recibirá una enseñanza en cada punto del trayecto.
Es muy importante que las personas que reciben el coaching tomen una postura activa, que trabajen fuera de las sesiones aplicando lo que han aprendido para luego ponerlo en común con su coach. La relación no es de asesoramiento, sino de acompañamiento.
Como ves, el coaching financiero es una manera de enseñar finanzas a las personas, pero con un seguimiento práctico. El objetivo es conseguir que tengan una visión integral de sus finanzas, que puedan tomar el control de su dinero y que puedan decidir las mejores estrategias. En definitiva, saber gestionar su dinero.
Queremos explicarte el caso de Luis Pita...
Mi nombre es Luis y mi libertad financiera es de 14 años. Es decir, si mañana dejase mi empleo, podría mantener el mismo nivel de vida sin trabajar hasta 2038.
Soy autor del best seller “Ten peor coche que tu vecino” y me has visto enseñando ahorro y finanzas personales en TVE, Telecinco, Cuatro, La 2, Telemadrid y las principales radios.
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